POR DON BABWIN y SARA BURNETT
CHICAGO
Agencia AP
Un perturbador video captado por una cámara corporal y difundido ayer, tras la indignación pública, luego de que un policía de Chicago matara a un niño hispano de 13 años, muestra al menor cuando parecía soltar una pistola y comenzaba a subir las manos antes de que el agente policial le disparara.
Un fotograma tomado de las imágenes inestables de la cámara corporal del agente Eric Stillman muestra que Adam Toledo no llevaba nada en las manos y las tenía arriba cuando Stillman le disparó una vez en el pecho, alrededor de las 3 de la mañana, del 29 de marzo. La policía dice que el chico tenía un arma antes de que lo balearan. Y las imágenes captadas por la cámara de Stillman muestran al agente iluminando con su lámpara una pistola en el suelo cerca de Toledo, después de que le disparó. Los agentes policiales respondían a reportes de disparos en la zona.
La difusión de las tomas y otros materiales de la investigación se da en un momento delicado, ya que está realizándose el juicio al expolicía de Minneapolis, Derek Chauvin, acusado por la muerte de George Floyd, y recientemente falleció otro hombre de raza negra, Daunte Wright, a manos de un policía en un suburbio de la ciudad.
Antes de que la Oficina Civil de Responsabilidad Policial publicara el material en su página de internet, la alcaldesa Lori Lightfoot exhortó al público a que se mantuviera en paz, y algunos negocios del centro de la ciudad protegieron sus ventanas con madera en previsión a posibles disturbios.
Grupos pequeños de manifestantes se reunieron frente a un cuartel de policía y marcharon el jueves en la noche por el centro de la ciudad, aunque había pocos indicios de movilizaciones generalizadas en la urbe.
«Vivimos en una ciudad que está traumatizada por un largo historial de violencia y comportamiento indebido de la policía», dijo Lightfoot. «Y aunque no tenemos la información suficiente para ser juez y jurado en esta situación en particular, sin duda es comprensible el porqué tantos de nuestros residentes tienen esa sensación de indignación y dolor tan conocida. Es incluso más evidente que la confianza entre nuestra comunidad y los cuerpos del orden está lejos de haber sanado y sigue sumamente dañada».
En total, pasaron 19 segundos desde que Stillman salió de su patrulla hasta el momento en que le disparó a Toledo. Las imágenes de su cámara muestran al agente policial persiguiendo al niño a pie por un callejón durante varios segundos y gritándole: «¡Policía! ¡Deténgase! ¡Deténgase en este (palabra soez) momento!»
Una vez que el chico reduce la velocidad, Stillman le grita: «¡Manos! ¡Manos! ¡Muéstrame tus (palabra soez) manos!»
Entonces Toledo se vuelve hacia la cámara y Stillman grita «¡Suéltala!», y cuando estaba repitiendo esa orden, Stillman abre fuego y Toledo cae. Mientras se acerca al adolescente herido, Stillman pide por radio una ambulancia. Se le oye implorar al chico que se «mantenga despierto», y conforme llegan otros agentes policiales, uno de ellos dice que no siente el pulso y comienza a administrarle reanimación cardiopulmonar.
En un largo correo electrónico, el abogado de Stillman, Tim Grace, dijo que Toledo no le dejó al agente más opción que disparar.
«El infractor juvenil tenía el arma en la mano derecha… miraba al agente, lo que podría interpretarse como un intento de tener un blanco y comenzó a voltear hacia el agente, en un intento por blandir el arma en esa dirección», escribió Grace. «En ese momento el agente enfrentaba una situación de fuerza letal y de amenaza contra la vida. Todos los intentos previos para disminuir la tensión y hacer que se acataran las órdenes legítimas del agente habían fracasado».
Pero Adeena Weiss-Ortiz, abogada de la familia de Toledo, dijo a los periodistas tras la publicación de las imágenes y otros videos que estos «hablan por sí mismos.»
Weiss-Ortiz consideró irrelevante si Toledo estaba sosteniendo un arma antes de que volteara hacía el agente policial.
«Si tenía un arma, la arrojó», señaló. «El agente le dijo que mostrara las manos, él hizo caso. Se dio la vuelta».
El Departamento de Policía de Chicago generalmente no divulga los nombres de los agentes involucrados en ese tipo de incidentes en una fase tan temprana de la investigación, pero el nombre, edad y raza de Stillman, quien tiene 34 años y es blanco, fueron mencionados en informes difundidos el jueves.
Weiss-Ortiz dijo que investigó a Stillman y «por lo que tengo entendido, no tenía ninguna medida disciplinaria, ningún incidente previo».
Lightfoot instó al público a mantenerse en paz y a evitar emitir juicios hasta que la junta disciplinaria de la policía pueda finalizar su investigación. Con la voz entrecortada, la alcaldesa criticó el largo historial de violencia y mala conducta policial de la ciudad, sobre todo en las comunidades de minorías étnicas, y dijo que demasiados jóvenes son vulnerables «a fallos sistémicos que simplemente debemos corregir».
Lightfoot señaló que ver el video fue «insoportable».
«Como madre, esto no es algo que quieras que vean los niños», añadió.
Además de difundir las tomas de la cámara corporal de Stilman, la junta de revisión hizo públicos los videos de otras cámaras corporales, cuatro de terceros y dos grabaciones de llamadas realizadas al número de emergencias 911, así como seis grabaciones de audio de ShotSpotter, la tecnología que alertó a la policía de los disparos en la zona de Little Village, un vecindario predominantemente latino y de raza negra en el lado oeste de la ciudad.
Toledo y un hombre de 21 años huían a pie cuando los confrontó la policía. El individuo fue arrestado por un cargo menor de resistirse al arresto.