En esta imagen de archivo, soldados sentados bajo una bandera estadounidense, en Afganistán. Foto La Hora/AP/David Goldman.

POR MATTHEW LEE
KABUL
Agencia AP

El secretario de Estado, Antony Blinken, hizo una visita no anunciada a Afganistán hoy para defender ante los líderes afganos y una escéptica población la decisión del presidente Joe Biden de retirar a todas las tropas estadounidenses del país y poner fin a la guerra más larga que ha librado Estados Unidos.

Blinken buscó asegurar a las autoridades afganas que Estados Unidos sigue comprometido con Afganistán. El diplomático se reunió con el presidente Ahsraf Ghani, el director general del gobierno, Abdula Abdula, y miembros de la sociedad civil, al día siguiente del anuncio de Biden de que los 2,500 soldados estadounidenses que siguen en Afganistán regresarían a casa para el 20 aniversario de los ataques del 11 de septiembre que derivaron en la invasión estadounidense.

«Quería demostrar con mi visita el compromiso continuo de Estados Unidos con la República Islámica y el pueblo de Afganistán», dijo Blinken al presidente Ghani cuando se reunieron en el palacio presidencial en Kabul. «La asociación está cambiando, pero la asociación en sí es duradera».

«Respetamos la decisión y estamos ajustando nuestras prioridades», dijo Ghani a Blinken, y expresó su gratitud por los sacrificios de las tropas estadounidenses.

Más tarde, en una reunión con Abdula, quien encabeza el Consejo de Reconciliación Nacional, Blinken repitió su mensaje, diciendo que «tenemos un nuevo capítulo, pero es un nuevo capítulo que estamos escribiendo juntos».

«Estamos agradecidos con su gente, su país, su administración», respondió Abdula.

Tras el anuncio de Biden, la OTAN informó que los casi 7,000 efectivos no estadounidenses desplegados en el país se retirarían en los próximos meses. Eso pondrá fin a la presencia militar extranjera, que ha sido una realidad para una generación de afganos ya marcados por más de 40 años de conflictos.

Pese a los miles de millones de dólares en ayudas estadounidenses, 20 años más tarde de la invasión Afganistán tiene una tasa de pobreza del 52%, según el Banco Mundial. Eso supone que más de la mitad de los 36 millones de afganos vive con menos de 1.90 dólares al día. También está considerado como uno de los peores países del mundo para ser mujer, según el Instituto de Georgetown para la Seguridad y Paz de las Mujeres.

Para muchos afganos, las últimas dos décadas han sido decepcionantes. La corrupción ha dominado a sucesivos gobiernos y poderosos caudillos han acumulado riqueza y milicias bien armadas. Muchos afganos temen que el caos vaya a más cuando se retire Estados Unidos.

Las conversaciones de paz entre el Talibán y el gobierno afgano están estancadas, aunque se espera que se reanuden este mes en Estambul.

 

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