BUENOS AIRES/AP
El gobierno de Alberto Fernández amplió el miércoles el toque de queda nocturno, suspendió las clases presenciales en las escuelas y canceló las actividades sociales en espacios cerrados en Buenos Aires y sus alrededores hasta el 30 de abril para evitar la saturación del sistema de salud al aumentar los contagios de coronavirus.
Tras el anuncio del mandatario en un mensaje grabado se escucharon cacerolazos de protestas en varios barrios de la capital, y está por verse si su alcalde, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, acatará lo dispuesto por el gobierno federal.
“El virus nos está atacando y lejos está de ceder”, afirmó Fernández. “Hace apenas un mes atrás acumulamos 45.498 casos de contagios, mientras que la semana que acaba de terminar acumulamos 122.468 casos, y la semana que va transcurriendo en este momento seguramente va a superar esta cifra”.
Argentina reportó el miércoles 25.157 casos confirmados en las últimas 24 horas, con lo cual la cifra total asciende a 2,6 millones de contagiados. Los muertos, en tanto, fueron 368 y suman un total de 58.500.
El mayor porcentaje de casos se concentran en la capital y sus alrededores. La ocupación de camas en la mayoría de las unidades de terapia intensiva privadas y públicas está al tope, algo que no sucedió en el peor momento de la pandemia en 2020.
El presidente anunció que a partir de la medianoche del viernes regirá un toque de queda nocturno desde las 8 de la noche hasta las 6 de la mañana. En la actualidad la circulación estaba restringida a partir de la medianoche.
La otra medida que causó sorpresa fue la suspensión de clases presenciales en los tres niveles de enseñanza. Las escuelas estuvieron cerradas en Argentina durante gran parte del 2020 y reabrieron en febrero de este año, algo que exigían la mayoría de los alumnos y las familias, aunque los sindicatos lo rechazaban.
El gobierno también suspendió las actividades recreativas, sociales, culturales, deportivas y religiosas en espacios cerrados, y las actividades comerciales deberán cerrar a las 7 de la tarde. Los bares y restaurantes funcionarán en la modalidad de entrega a domicilio a partir de las 7 de la tarde.
“El contagio no está en las fábricas, no está centralmente en los negocios que con distancia social pueden atender a los clientes. El problema central está en las reuniones sociales donde la gente se distiende, y en ese momento de distracción, de esparcimiento, es mucho más fácil contraer el virus”, expresó Fernández.
Frente a la incertidumbre que genera la escasez de vacunas, el presidente indicó que “seguimos incansables negociaciones con todos, consultando a todo el que pueda ser proveedor de vacunas para que esas vacunas lleguen a los argentinos”.
Hasta ahora el país sudamericano ha inoculado al 60% del personal de salud con esquema completo; al 65% de las personas mayores de 80 años con la primera dosis, y a más del 60% de las personas de entre 70 y 79 años con la primera dosis.
Las vacunas que se aplican son Sputnik V, Sinopharm y AstraZeneca. Argentina ha recibido 7,3 millones de dosis de vacunas hasta el momento.