JERUSALÉN/AP
Miles de israelíes se congregaron el sábado por la noche delante de la residencia oficial del primer ministro Benjamin Netanyahu para demandar su renuncia, en una última prueba de fuerza antes de las elecciones parlamentarias de la semana próxima.
Las protestas semanales contra Netanyahu se han realizado durante nueve meses. Pero han perdido fuerza en meses recientes debido al frío y la convocatoria a elecciones adelantadas en diciembre. La protesta del sábado en el centro de Jerusalén fue la mayor en meses.
El movimiento de base que organiza las protestas dice que Netanyahu no puede gobernar eficazmente mientras es enjuiciado por múltiples cargos de corrupción. Muchos además objetan su respuesta a la crisis del coronavirus.
Netanyahu está contando con la exitosa campaña de vacunación en el país para llevarse la victoria en los comicios. Unas tres cuartas partes de la población adulta del país han sido vacunadas en menos de tres meses y la economía fue reabierta en semanas recientes.
Pero más de 6.000 israelíes han muerto por COVID-19, la economía ha sido vapuleada por reiterados encierros y el desempleo se mantiene en dobles dígitos. Muchos de los manifestantes han perdido sus empleos y visto sus negocios sufrir debido a los encierros.
Los sondeos prevén una apretada elección el martes, con Netanyahu y sus aliados nacionalistas y religiosos pasando trabajos para asegurarse una mayoría de escaños.