NUEVA YORK (AP) — Un narcotraficante testificó el lunes que un hondureño le dijo en una cárcel de Nueva York que tenía fotos y videos que demostraban que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, recibía cargamentos de cocaína que provenían de Colombia en los aeropuertos de San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cartel de Los Cachiros, testificó en el juicio a Geovanny Fuentes Ramírez que éste le dijo en la cárcel que el presidente recibía los cargamentos sin que la agencia antidrogas estadounidense (DEA) se enterara.
“(Fuentes Ramírez) dijo que Juan Orlando Hernández se burlaba de la DEA”, testificó Rivera Maradiaga.
El narcotraficante hondureño dijo que Fuentes Ramírez le contó que pensaba decirle a la DEA que le sacara de prisión por un mes. De esa forma, podría mostrar esa evidencia.
Rivera Maradiaga se entregó a las autoridades estadounidenses en 2015 y lleva preso desde entonces. Fuentes Ramírez, quien está acusado de narcotráfico, fue arrestado en marzo de 2020 en Estados Unidos. Ambos hondureños han coincidido en la cárcel Metropolitan Correctional Center.
Los fiscales del distrito sur de Nueva York han mencionado al presidente hondureño muchas veces en el juicio a Fuentes Ramírez, que arrancó la semana pasada y se encuentra en su sexto día.
Éstos han asegurado que el mandatario aceptó sobornos por parte de narcotraficantes como Rivera Maradiaga y Fuentes Ramírez para financiar su campaña electoral a la presidencia. Los sobornos, según los fiscales, eran pagados a cambio de permitir el tráfico de drogas en Honduras y proteger a los narcos del arresto y la extradición.
Hernández ha negado repetidamente las acusaciones, asegurando que son mentiras de delincuentes que buscan sentencias más leves en Estados Unidos. El presidente no enfrenta ningún tipo de cargo.
La semana pasada, el mandatario dijo en Twitter que cómo se puede creer que él negociaba con narcotraficantes “cuando es hecho comprobado que los Cachiros buscaron un trato con USA por lo imposible de los criminales de hacer un trato conmigo”.
“Van a morir en una cárcel extranjera, si no les funciona la Llave Mágica”, escribió el mandatario.
El lunes Rivera Maradiaga también dijo que los sobornos que supuestamente pagó al expresidente de Honduras, Porfirio Lobo, y al presidente Hernández funcionaron porque el exlíder de Los Cachiros no fue extraditado sino que él mismo se entregó a Estados Unidos.
“Yo estaba seguro de que no me iban a extraditar porque yo pagaba a políticos”, testificó Rivera Maradiaga, vestido en la corte con uniforme amarillo de preso y cadenas en los tobillos.
La semana pasada Rivera Maradiaga dijo que pagó un soborno en efectivo de 250.000 dólares en 2012 dirigido al presidente. El pago, dijo, se hizo a la hermana del mandatario, llamada Hilda Hernández. El lunes Rivera Maradiaga volvió a hablar de ese pago y agregó que el dinero se lo dieron los Cachiros al diputado Oscar Nájera, quien se lo dio a su vez a Hilda.
“Sobornar a presidentes no es barato ¡verdad?”, le preguntó en un momento dado el abogado Avraham Moskowitz.
“No es barato. Es caro”, respondió Rivera Maradiaga.
Moskowitz destacó que Rivera Maradiaga ha dicho en el juicio que pagó al menos un millón de dólares a varios presidentes de Honduras a cambio de protección.
“Pagamos muchos millones de dólares”, le respondió el testigo en referencia a todos los políticos que sobornó.
Los supuestos sobornos a Lobo y Hernández ocurrieron cuando éstos eran candidatos a la presidencia. Durante el juicio, Rivera Maradiaga testificó que pagó sobornos al expresidente José Manuel Zelaya (2006-2009) y al actual vicepresidente Ricardo Álvarez.
A Zelaya fueron aproximadamente medio millón de dólares en 2006, dijo el exlíder de Los Cachiros. A Álvarez fue la misma cantidad aproximada en 2012. Tanto Zelaya como Alvarez y Lobo han negado haber recibido ninguna cantidad.
Rivera Maradiaga ha admitido ser responsable ante las autoridades estadounidenses de al menos 78 asesinatos. Moskowitz interrogó varias horas a Rivera Maradiaga en un esfuerzo por intentar desacreditarle ante los miembros del jurado. El abogado intentó demostrar algunas inconsistencias en el testimonio del narcotraficante, quien ya testificó en el juicio en 2019 de Tony Hernández, hermano del presidente Hernández, y quien fue declarado culpable de narcotráfico.