ASSOCIATED PRESS
MANDALAY, MYANMAR
AGENCIA AP
Despreciando un llamado de la ONU para dejar de utilizar fuerza letal contra manifestantes pacíficos, hoy las fuerzas de seguridad de Myanmar mataron a tiros a por lo menos 10 personas que protestaban contra el golpe militar del mes pasado.
El Ejército también presentó una nueva acusación contra Aung San Suu Kyi, la líder electa que fue derrocada el 1 de febrero. En una conferencia de prensa en la capital, Naipyidó, Suu Kyi fue acusada de haber recibido ilegalmente de parte de un aliado político, el exjefe de división de Yangon, Phyo Min Thein, 600,000 dólares y lingotes de oro por un poco menos de ese valor en 2017-2018.
El portavoz militar brigadier general Zaw Min Tun dijo que Phyo Min Thein admitió haberle dado el dinero y el oro a Suu Kyi, pero no presentó pruebas.
La acusación estaba claramente dirigida a desacreditar a Suu Kyi y tal vez acusarla de un delito grave. Tanto la primera ministra como el presidente Win Myint están detenidos por acusaciones menos graves.
Myanmar se ha visto sacudido por protestas y otros actos de desobediencia civil desde que el golpe de Estado derrocó al gobierno de Suu Kyi justo cuando comenzaba su segundo mandato. La toma de poder revirtió años de lento progreso hacia la democracia en la nación del sudeste asiático después de cinco décadas de régimen militar.
Reportes locales y en redes sociales informaban de seis muertes en Myaing; y una en Yangon, Mandalay, Bago y Taungoo.
Las fuerzas de seguridad han atacado protestas con anterioridad que han causado unas 60 muertes. Además de armas, han empleado gases lacrimógenos, balas de goma, cañones de agua y granadas paralizantes. Muchos manifestantes han sido brutalmente golpeados.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió el miércoles por unanimidad la revocación del golpe militar y condenó enérgicamente la violencia contra los manifestantes pacíficos. También pidió la «máxima moderación» por parte de los militares.
El jueves, Amnistía Internacional acusó al gobierno militar de emplear cada vez más armas de combate contra manifestantes pacíficos y de cometer asesinatos sistemáticos y deliberados.
El Ejército «está empleado tácticas y armas cada vez más letales propias del campo de batalla contra manifestantes pacíficos y viandantes en todo el país», afirmó la organización.
«Al verificar más de 50 videos de la represión en curso, se puede confirmar que las fuerzas de seguridad parecen estar implementando estrategias planificadas y sistemáticas, incluyendo el aumento del uso de la fuerza letal. Muchos de los asesinatos documentados equivalen a ejecuciones extrajudiciales», añadió el informe.