LONDRES (AP) — Los estudiantes de Gran Bretaña, con el respaldo de un sólido programa de pruebas diagnósticas, se preparan para volver el lunes a la escuela luego de un cierre de dos meses, en lo que el primer ministro Boris Johnson definió como un plan para que el país “se acerque a una sensación de normalidad”.
La reapertura de escuelas es el primer paso en el plan del gobierno británico para atenuar gradualmente las restricciones relacionadas con el COVID-19 conforme avanza la campaña de vacunación a nivel nacional. El resto de las restricciones se levantarían en junio.
Como parte del plan, millones de estudiantes de secundaria y universidad que regresan a las aulas en todo el Reino Unido se someterán a pruebas de diagnóstico en las primeras semanas. Las autoridades quieren detectar y aislar rápidamente a los casos asintomáticos para evitar tener que enviar de vuelta a casa a escuelas completas.
“Estamos siendo cautelosos en nuestro enfoque para no perder todo lo que hemos avanzado hasta ahora”, dijo Johnson en un comunicado, en el que pidió que todas las personas que cumplan con las condiciones para vacunarse lo hagan.
Las escuelas secundarias y universidades reabrirán en etapas para permitir tres rondas de pruebas de diagnóstico. Posteriormente, los estudiantes recibirán kits para poder realizarse ellos mismos la prueba dos veces más estando en casa. El gobierno británico ha distruibido casi 57 millones de pruebas rápidas en las escuelas del país, pero hay preocupaciones sobre la precisión de los análisis, que podrían derivar en que los alumnos sean obligados a aislarse de manera innecesaria.
Sin embargo, un alto funcionario de salud pública dijo el domingo que el riesgo de dar un falso positivo era muy bajo. Durante el confinamiento se han realizado más de 5 millones de pruebas rápidas en las escuelas, incluyendo un millón la semana pasada, informó el gobierno.
La evidencia de las pruebas en las últimas ocho semanas indica que “el riesgo de falsos positivos es sumamente bajo, menos de 1 en 1.000”, dijo Susan Hopkins, directora de respuesta estratégica contra COVID-19 para Public Health England, en declaraciones a la BBC. “Y una prueba que da menos de 1 falso positivo de cada 1.000 es una prueba muy buena”.
Para ayudar a que los alumnos que se vieron obligados a tomar clases desde casa durante meses se pongan al corriente, las autoridades sopesan extender las jornadas escolares, reducir las vacaciones de verano o añadirle un periodo adicional al año.