WASHINGTON (AP) — Tom Pérez estaba como invitado a un programa de radio en español en Las Vegas el año pasado cuando una persona que llamó lanzó quejas infundadas sobre ambos partidos, instando a los oyentes latinos a no votar.
Pérez, entonces presidente del Partido Demócrata, reconoció que muchas de las afirmaciones las promovía #WalkAway, un grupo promovido por el activista conservador Brandon Straka, quien fue arrestado por participar en el asalto al Capitolio en enero.
Previo a las elecciones de noviembre, ese llamado fue parte de un movimiento más amplio para deprimir la participación y difundir desinformación sobre el demócrata Joe Biden entre los latinos. Se promovió en redes sociales y, a menudo, mediante cuentas automatizadas.
El esfuerzo mostró cómo se pueden aprovechar las redes sociales y otras tecnologías para difundir información errónea tan rápidamente que quienes intentan detenerla no pueden mantener el ritmo. Hubo indicios de que funcionó en la contienda presidencial, ya que Donald Trump obtuvo un gran número de votos latinos en algunas áreas que eran bastiones demócratas.
Se manipularon videos e imágenes. Se sacaban citas de contexto. Se avivaron las teorías de la conspiración, incluido que la votación por correo estaba amañada, que el movimiento Black Lives Matter tenía vínculos con la brujería y que Biden estaba en deuda con una camarilla de socialistas.
Ese flujo de información falsa se ha intensificado desde el día de las elecciones, dicen los investigadores y analistas políticos, avivando las afirmaciones infundadas de Trump de que la elección estuvo amañada y las narrativas falsas alrededor de la mafia que invadió el Capitolio.
Más recientemente, se ha transformado en esfuerzos para socavar los esfuerzos de vacunación contra el coronavirus.
“El volumen y las fuentes de información en español son muy variados y eso debería asustar a todos”, dijo Pérez.
La financiación y la estructura organizativa de este esfuerzo no están claras, aunque los mensajes muestran lealtad a Trump y oposición a los demócratas.
Un informe publicado la semana pasada destaca que la mayoría de las narrativas falsas en la comunidad de habla hispana “se tradujeron del inglés y circularon en plataformas prominentes como Facebook, Twitter, YouTube y WhatsApp”.
“Las narrativas más prominentes y las compartidas estaban estrechamente alineadas con los medios de comunicación de derecha o completamente reutilizados por ellos”, señala el informe elaborado por investigadores de la Universidad de Stanford, la Universidad de Washington, la firma de análisis de redes sociales Graphika y DFRLab del Atlantic Council, que estudia la desinformación en línea en todo el mundo.
Si bien gran parte del material proviene de fuentes nacionales, cada vez más se origina en sitios en línea en América Latina.
La información errónea promovida originalmente en inglés se traduce en lugares como Colombia, Brasil, México y Nicaragua, y luego llega a los votantes hispanos en Estados Unidos a través de comunicaciones de sus familiares en esos países. Eso a menudo se comparte a través de WhatsApp, Facebook y cadenas de texto.
“Existe una creciente preocupación de que esto es una gran parte del entorno de información de inmigrantes y de primera generación para muchos latinos en Estados Unidos”, dijo Dan Restrepo, exdirector senior de asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional.
Aquellos que originan tales campañas en América Latina a menudo no pueden votar en Estados Unidos, pero pueden influir en la familia que vive en este país.
María Teresa Kumar, presidenta de Voto Latino, una organización que trabaja promoviendo el voto hispano, dijo que durante la contienda presidencial estadounidense, la desinformación en español con raíces latinoamericanas usualmente llegaba primero a Florida y luego a Texas, Arizona y Nuevo México.
Muchos brasileños estadounidenses, por ejemplo, vieron un video manipulado de un debate presidencial demócrata cuando Biden sugirió que recaudaría 20.000 millones de dólares para ayudar a Brasil a combatir la deforestación en el Amazonas, que hizo que parecer que Biden estaba listo para enviar tropas estadounidenses a ese país.