MAR DEL PLATA, Argentina (AP) — Los bares y discotecas de la turística ciudad de Mar del Plata y otras zonas de la provincia de Buenos Aires tendrán que enfrentar nuevas restricciones nocturnas en una medida dispuesta por las autoridades para contener los contagios de coronavirus.
El gobierno argentino trata de controlar las fiestas en zonas playeras y celebraciones clandestinas de jóvenes que se están registrando sin parar los últimos fines de semana en diversas partes del país y que podrían disparar los casos de COVID-19.
El gobierno de la provincia de Buenos Aires decidió suspender entre la 1am y las 6 am las actividades comerciales, culturales y recreativas, incluidos restaurantes, bares y discotecas, en 118 de los 135 municipios existentes. Las medidas comenzaron a regir desde la noche del sábado en la ciudad de Buenos Aires y a partir del lunes en la provincia y zonas turísticas y playeras como Mar del Plata.
La ciudad del sureste de la provincia de Buenos Aires es elegida por muchos porteños como lugar para vacacionar y este fin de semana ha sido de alta concurrencia con la gente disfrutando el sol previo a las restricciones.
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“A la ciudad le golpea muy fuerte (las restricciones)”, dijo a The Associated Press Federico Goransky, de 35 años y propietario de un bar nocturno. Es una ciudad que “depende de los meses de diciembre, enero y febrero; nosotros todo este año 2020 que pasó pudimos subsistir y mantenernos gracias a la buena temporada que habíamos tenido en el enero anterior».
“En mi espalda no está la responsabilidad únicamente de mi familia, sino que además tengo más de 300 o 400 familias a cargo en toda la ciudad”, añadió.
«Con este enero catastrófico que estamos viviendo con la hotelería en un 20%, con los balnearios a un 30 o 40%, con la gastronomía que la están cerrando prácticamente, nos dejan atados de pies y manos”, agregó.
Advirtió que se viene el peor invierno de sus vidas, con más desempleo y pobreza en una ciudad golpeada por las restricciones a causa de la pandemia.
Mar de Plata, junto a Pinamar —otro lugar playero muy concurrido en Argentina— es una de las ciudades que registran un importante incremento de casos en las últimas semanas en el país. En los últimos diez días se duplicó la ocupación de camas en la ciudad, según señaló la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y otros de la provincia de Buenos Aires.
En las playas de Mar de Plata esta realidad no parece preocupar a los veraneantes. Tampoco a los jóvenes que se reúnen en las islas privadas habilitadas con vallas en la playa de Mute.
“Nos vamos a quedar porque ya pagamos esto y lo que vamos a hacer es mucha fiesta clandestina seguramente, vamos a hacer una junta en casa por suerte mis amigos son buena onda y nos quedaremos en casa escabiando (bebiendo)”, señaló Jerónimo López, un estudiante de 22 años que llegó a Mar del Plata desde Buenos Aires acompañado de otros ocho amigos.
El gobierno argentino garantiza que la temporada de verano va a continuar, aunque le preocupa las celebraciones clandestinas.
El sábado, la policía desmanteló una fiesta clandestina en la provincia de Córdoba, en la playa de Calamuchita, en que no se utilizó mascarillas. Hace una semana, la fiesta era en el balneario de Pinamar, donde también centenares de jóvenes se reunieron de forma descontrolada en una playa de la ciudad y dijeron que estaban cansados de las cuarentenas.
Argentina registra, según los últimos reportes, 1,7 millones de contagios y 44.417 fallecidos.