1. En Argentina las autoridades evalúan volver al confinamiento si persisten las fiestas clandestinas y aglomeraciones en las playas durante la temporada de verano. Foto La Hora/DPA/Europa Press/Roberto Almeida Aveledo.

BUENOS AIRES

Agencia AP

Argentina dejó atrás una de las cuarentenas más extensas del mundo por coronavirus, pero sus autoridades evalúan volver al confinamiento si los jóvenes persisten con fiestas clandestinas y aglomeraciones en las playas durante la temporada de verano, que han causado un aumento significativo de los contagios.

«Todos los datos indican que es allí donde tenemos el mayor problema», dijo ayer el presidente Alberto Fernández al referirse a los jóvenes durante un acto de lanzamiento de obras públicas. «No advierten el riesgo y que necesariamente deben advertirlo, no solamente por ellos sino porque tienen que entender que son vectores de transmisión del contagio».

Fernández advirtió: «El riesgo que todo vuelva a paralizarse existe».

Una de las imágenes que más impactó ocurrió el último fin de semana en una de las playas de moda de la ciudad balnearia de Pinamar, donde varios cientos de jóvenes fueron dispersados por policías a bordo de cuatriciclos. Lo mismo se repite en otras playas de la costa Atlántica.

A su vez, las fuerzas de seguridad reportan a diario operativos para desactivar fiestas clandestinas en todo el territorio

El país sudamericano reportó en la última semana un promedio diario de 8.203 casos, la cifra más alta de los últimos meses. El 43,3% de los nuevos contagiados tienen entre 20 y 39 años.

El total de casos asciende a los 1,6 millones desde marzo pasado.

«Está claro que el descenso sostenido (de casos) que se observaba en Argentina se ha detenido», admitió Carla Vizzotti, la secretaria de acceso a la salud, al brindar el informe diario de estado de situación del coronavirus en todo el país. «Hay una tendencia al aumento».

Las autoridades nacionales y provinciales están evaluando imponer medidas restrictivas, como un toque de queda sanitario, que implica restringir la movilidad de los ciudadanos después de una hora determinada, similar al que se aplica en varios países de Europa al caer la noche. El problema es que Argentina fue uno de los países con la cuarentena más extensa —de marzo a noviembre— y se teme que los ciudadanos no acaten nuevas restricciones, que además podrían atentar contra la economía de las ciudades turísticas.

«Hubo una rotura importante de compromiso de la gente. Ha decidido estar agrupada, sin barbijo, en fiestas», evaluó el infectólogo Eduardo López. «Hay que analizar muy rápido todos los datos y si los casos siguen en amento sería partidario de medias restrictivas, esperar no es bueno».

El especialista, que asesora el presidente Fernández, indicó que «con toda franqueza estoy a favor del toque de queda sanitario. Lo que hizo Francia e Inglaterra, toque de queda a partir de las 20, 21, 22 horas».

El repunte de casos se da en coincidencia con el inicio de la campaña de inmunización con la vacuna rusa Sputnik V. Argentina y Bielorrusia son lo únicos países que la aplican fuera de Rusia.

Un informe oficial del Ministerio de Salud argentino reportó el lunes que de las 32.103 vacunas aplicadas hasta el momento, el 1% de los inmunizados manifestó eventos adversos. Dentro de éstos, el 80% se relacionan con cefaleas, dolor muscular y fiebre.

«La presencia de estos eventos adversos son los esperados, están dentro de eventos asociados a la vacunación. Son similares a vacunas de otros laboratorios», informó el doctor Juan Manuel Castelli, director nacional de control de enfermedades transmisibles.

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