MADRID/Europa Press
Las autoridades italianas han informado este domingo de 18.887 nuevos contagios de coronavirus y 564 muertes registradas en las últimas 24 horas, con lo que en total suma 1.728.878 casos confirmados de coronavirus y 60.078 muertes por COVID-19.
Estos datos confirman el lento descenso de los nuevos casos tras superar claramente el pico de la segunda ola después de que el sábado se informara de 21.052 casos y 662 muertes.
Además suma 17.186 pacientes curados o que han recibido el alta (913.494 en total) y son 30.391 los pacientes hospitalizados y 3.454 los pacientes ingresados en cuidados intensivos, 63 menos que en la jornada anterior. Por regiones, las que tienen un mayor número de contagios nuevos son Véneto (3.444), Lombardía (2.413), Puglia (1.789), Emilia Romaña (1.788) y Lacio (1.632).
Por otra parte, ante la inminencia de la disponibilidad de las vacunas, el director de la Oficina de Promoción del Departamento de Protección civil italiano, Agostino Miozzo, ha defendido que su obligatoriedad de uso deberá discutirse en el Parlamento.
En las últimas semanas, el exalcalde de Nueva York de 76 años ha viajado profusamente a estados muy disputados en las elecciones. ??https://t.co/S9UVxhTm2I
— Diario La Hora (@lahoragt) December 6, 2020
«Ahora tenemos que comunicarnos con las personas, tranquilizarlas y convencer a las muchas personas reticentes. Mucha gente está preocupada por la vacuna y es legítimo», ha afirmado.
«La posible obligatoriedad de la vacunación debe discutirse en el Parlamento, pero la población más expuesta deberá vacunarse. La mayoría de la población está siguiendo las reglas indicadas. Luego están los pillos y no permitiremos que destruyan el trabajo que hemos hecho», ha argumentado en una entrevista en la televisión pública, la RAI.
También ha sido interrogado por el elevado número de muertes en Italia. «¿Por qué hay más muertes en Italia que en otros países? Por tres motivos: población anciana, muchos jóvenes, sobre todo en el sur, que viven en casa con los propios ancianos y tercero, cuando un paciente muere con o por COVID, lo catalogamos como víctima de coronavirus. No sé si otros países hacen lo mismo», ha explicado.
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