Por ALAN FRAM
WASHINGTON
Agencia AP
Luego de seis años como minoría, los demócratas tienen una oportunidad cuesta arriba pero real de arrebatar a los republicanos el control del Senado en enero, y más oportunidades en 2022. Sin embargo, a medida que los estados se van definiendo más claramente por partido, se está complicando para los demócratas obtener la mayoría y mantenerla.
Gracias a las elecciones de este mes, los demócratas poseerán el año entrante los cuatro escaños del Senado de Arizona —donde la tendencia de ambos partidos es casi igual— y Colorado, que es cada vez más demócrata. Si para la segunda vuelta de enero ganan ambas bancas en Georgia, que recientemente se ha inclinado hacia ellos, comandarán el Senado gracias al voto de desempate de la vicepresidenta electa Kamala Harris y la cámara quedaría 50-50.
Sin embargo, aunque los demócratas han logrado esos y otros avances desde que perdieron el control en las elecciones de 2014, han perdido los cimientos de su antigua mayoría. Se fueron los asientos de Alabama, Alaska, Arkansas, Dakota, Florida, Indiana, Iowa, Luisiana, Misuri, Carolina del Norte y Virginia Occidental, los cuales se inclinaron todos hacia los republicanos en las elecciones presidenciales.
Además, tres demócratas del Senado son de estados que el presidente Donald Trump se llevó fácilmente en las elecciones donde perdió frente a Joe Biden. Los senadores Joe Manchin, de 73 años, de Virginia Occidental; Jon Tester, de 64, de Montana, y Sherrod Brown, de 68, de Ohio, son nombres que pesan y que sin ellos los demócratas no podrían mantener dichas bancas.
Nada está grabado en piedra en la política, donde una situación puede cambiar abruptamente. Además de Georgia, los demócratas esperan obtener escaños en el Senado en Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin, además de Texas, a medida que crece la población hispana de ese estado.
«Hace unos años, la gente se habría reído de la idea de dos senadores demócratas de Arizona», dijo el senador Chris Van Hollen, demócrata por Maryland. El mensaje de Biden de unir a la gente será una «fortaleza potencial en algunos de estos estados» para los candidatos demócratas.
Las elecciones recientes subrayan cómo los estados se han convertido en sólidas columnas partidistas y se prevé que este patrón de lealtad persista en gran medida en el futuro. En las elecciones de 2022, los demócratas defenderán 13 bancas en el Senado, todos en estados donde ganó Biden. Trump ganó 18 de los 21 escaños que protegerán los republicanos. Biden ganó otros dos, y The Associated Press aún no ha declarado al ganador presidencial en Georgia.