Personas esperan en fila para votar en las elecciones municipales en un colegio electoral en el barrio pobre de Rocinha en Río de Janeiro, Brasil. Foto La Hora/AP/Silvia Izquierdo.

Por MARCELO SILVA DE SOUSA
RÍO DE JANEIRO
Agencia AP

Los brasileños apostaron en las elecciones municipales por políticos que en su mayoría no habían recibido el apoyo del presidente Jair Bolsonaro, en la primera votación desde que el derechista fue electo en 2018.

En las más de 5.500 ciudades del país, los brasileños acudieron el domingo a las urnas para elegir alcaldes y concejales. La ola de renovación que dos años atrás catapultó a la presidencia a Bolsonaro cedió ante la prevalencia de candidatos y partidos tradicionales, que se alzaron con victorias en las dos principales capitales.

En Sao Paulo -el mayor colegio electoral del país- el actual alcalde Bruno Covas del Partido de la Social Democracia Brasileña ganó de forma holgada pero no le alcanzó para evitar una segunda vuelta con el izquierdista Guilherme Boulos del Partido Socialismo y Libertad) una de las sorpresas de los comicios. Covas obtuvo una diferencia de más de 12 puntos sobre Boulos.

En las ciudades de más de 200.000 habitantes en las que ningún candidato a alcalde superó el 50% de los votos válidos, habrá una segunda vuelta el 29 de noviembre entre los dos más votados.

El exalcalde Eduardo Paes de los Demócratas se impuso en Río de Janeiro pero deberá competir el 29 de noviembre con el actual alcalde, el pastor evangélico Marcelo Crivella, de los Republicanos. Crivella deberá remontar una diferencia de 15 puntos para conseguir la reelección.

Bolsonaro, quién no está afiliado a ninguna fuerza tras haber abandonado el Partido Social Liberal (PSL) en 2019, había prometido que no se involucraría en la campaña, pero en las últimas semanas hizo un tibio proselitismo en las redes sociales por una decena de candidatos. Dijo que buscaba «dar una pequeña fuerza» a sus elegidos.

Pero los pobres resultados de los candidatos apoyados por Bolsonaro exhibieron la flaqueza del presidente, quien probablemente intentará ser reelegido en 2022, según analistas consultados por The Associated Press. Apenas dos de los siete postulantes a alcaldes consiguieron un lugar en la segunda vuelta.

Además de Crivella, entre los favoritos de Bolsonaro, el capitán Wagner de Pros, candidato a alcalde de Fortaleza, en el noreste brasileño, obtuvo el segundo lugar y disputará la alcaldía en la segunda vuelta.

El presidente eliminó el domingo un postero con la lista de los candidatos a quienes había pedido el voto y buscó despegarse de los malos desempeños. «Mi ayuda a algunos pocos candidatos a alcalde se resumió a 4 lives en un total de tres horas», dijo el presidente en Twitter.

Una de las mayores frustraciones para Bolsonaro se dio en Sao Paulo, donde el presentador televisivo y diputado federal Celso Russomanno de Republicanos, quedó relegado al cuarto lugar.

«Los resultados muestran un debilitamiento de Bolsonaro y la posibilidad de que crezca la oposición», dijo a The Associated Press Mauricio Santoro, politólogo de la Universidad del Estado de Río de Janeiro.

Santoro consideró que, aunque la elección municipal no sea determinante ni un anticipo de 2022, pudo haber mostrado una nueva postura del electorado. «El elector fue más cauteloso, con tendencia a políticos más experimentados y moderados que en la elección antisistema de 2018».

El Tribunal Superior Electoral (TSE) tuvo atrasos en la divulgación de los resultados debido a un problema técnico. Cuatro horas después del cierre de los comicios, Sao Paulo sólo había cargado el 0,39% de los votos.

La abstención fue de más de 23%, superando en casi tres puntos la marca de las últimas elecciones en 2018. Las autoridades esperaban altos niveles de ausencia debido a la pandemia del COVID-19, en momentos en que las infecciones repuntan en algunas capitales.

Para el presidente brasileño las elecciones municipales significan una oportunidad perdida, opinó Bruno Carazza, profesor de derecho económico en la escuela de negocios Ibmec.

«Con su forma errática de lidiar, el abandono del PSL y el anuncio frustrado de la creación de su partido, perdió la oportunidad de ser el gran ‘arrastrador’ de votos y preparar el terreno para las elecciones de 2022», dijo Carazza a la AP.

Macapá, en el norte brasileño, fue la única ciudad donde no hubo elección. La capital de Amapá vive horas convulsionadas luego de casi dos semanas con un esquema de racionamiento de energía, tras un incendio que dañó una subestación de electricidad.

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