LA PAZ/AP
El izquierdista Luis Arce asumió este domingo como nuevo presidente de Bolivia con un llamado a la reconciliación tras un prolongado periodo de zozobra política y social generada por las malogradas elecciones del año pasado en la nación andina.
El vicepresidente David Choquehuanca, quien también es el líder de la Asamblea Legislativa, tomó el juramento en un acto en la sede del Congreso boliviano.
La inauguración tiene lugar en medio de un clima de fiesta por parte de seguidores del nuevo mandatario y de protestas callejeras de grupos opositores previas en rechazo al gobierno entrante.
Arce, de 57 años, asume un país polarizado y marcado por el revanchismo político desde la caída hace un año del entonces presidente Evo Morales, exiliado en Argentina y mentor del nuevo mandatario.
Arce, exministro de Economía de Morales, tendrá entre sus grandes desafíos enfrentar una crisis económica y social agravada por la pandemia del nuevo coronavirus que ha cobrado la vida de más de 8.700 personas.
Grupos indígenas se reunieron anticipadamente en los alrededores del Legislativo para festejar el inicio del nuevo gobierno, bailando danzas folclóricas de todas las regiones del país y al son de instrumentos nativos.
A la toma de posesión asistieron el Rey Felipe de España y los presidentes Alberto Fernández de Argentina, Iván Duque de Colombia, Mario Abdó Benítez de Paraguay y el canciller de Irán, Mohammad Yavad Zarif, así como el expresidente Carlos Mesa, rival de Arce en las elecciones del 18 de octubre.