Por OLGA R. RODRIGUEZ
SAN FRANCISCO
Agencia AP

Miles de personas obligadas a huir de sus hogares pudieron regresar después que los bomberos avanzaran en el combate a los incendios forestales en el norte de California y mientras las autoridades diseñan planes para repoblar otras áreas evacuadas.

Temperaturas más bajas y mayor humedad, junto con un influjo de equipo, continuaron ayudando a los agobiados bomberos a combatir algunos de peores los incendios que ha habido en el área de San Francisco y sus alrededores.

«Hemos tenido mucho éxito», dijo Mark Brunton, un funcionario estatal de bomberos sobre un incendio en los condados en San Mateo y Santa Cruz, al sur de San Francisco.

El condado de Solano, al norte de San Francisco, comenzó a permitir que la gente regresara a casa el jueves. En el corazón de la región vinícola, las órdenes de evacuación en los condados de Napa y Sonoma se levantaron el miércoles para unas 35.000 personas a las que se les había dicho que se fueran después de que relámpagos desataran decenas de incendios la semana pasada.

Bomberos y trabajadores de las compañías de servicios públicos estaban despejando áreas para el regreso de residentes luego que los equipos aumentaron la contención —la creación de sectores sin vegetación para impedir que las llamas se diseminen más— del enorme grupo de incendios al norte de San Francisco a 33%.

Sin embargo, las llamas cruzaron una carretera y amenazaron viviendas en el vecino condado de Yolo cerca de la comunidad de Rumsey, motivando más evacuaciones el miércoles.

Ese incendio, que ha causado al menos cinco muertes, seguía amenazando 30.500 casas y otros edificios tras destruir más de 1.000.

Más personas pudieran ser autorizadas a regresar a sus casas en los próximos dos días en los condados de Sonoma y Solano, dijo Sean Kavanaugh, del departamento de bosques y protección contra incendios del estado.

Regresar a las personas a sus viviendas es una prioridad, «pero tenemos que ser muy diligentes y tenemos que asegurarnos de que las líneas de contención son buenas, de que podemos regresar a la gente a sus casas a salvo», dijo.

El subjefe policial del condado Santa Cruz, Chris Clark, intentó tranquilizar a la gente prometiendo que los saqueadores no se aprovecharían cuando las áreas reabrieran.

Desde el 15 de agosto, cientos de incendios en todo el estado han matado al menos a siete personas y han quemado casi 1.900 hogares, dijo Cal Fire, la agencia estatal de bomberos. Los siniestros comenzaron meses antes de lo esperado y ya han quemado más de 5.200 kilómetros cuadrados, poniendo en jaque a los servicios de emergencia.

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