Por LARRY NEUMEISTER, COLLEEN LONG y JILL COLVIN
NUEVA YORK
Agencia AP
El exasesor del presidente Donald Trump Steve Bannon fue arrestado ayer por acusaciones de que él y otras tres personas se apropiaron de dinero de donantes que intentaban financiar la construcción del muro en la frontera sur de Estados Unidos, convirtiéndose en el último de una larga lista de aliados del mandatario imputados de algún delito.
Los organizadores del grupo «We Build The Wall» (Construimos el Muro) se decían deseosos de ayudar al presidente a construir una barrera «grande y bella» en la frontera con México, como Trump había prometido durante su campaña en 2016. Recaudaron más de 25 millones de dólares de miles de donantes y se comprometieron a que el 100% del dinero se utilizaría en el proyecto.
Pero de acuerdo con los cargos penales hechos públicos el jueves, gran parte del dinero fue a dar a los bolsillos de los miembros del grupo, entre ellos Bannon, que trabajó con Trump en la Casa Blanca y durante la campaña.
Supuestamente, Bannon se embolsó 1 millón de dólares, y usó parte de ello para pagar en secreto al coacusado y fundador del proyecto Brian Kolfage —un veterano de la Fuerza Aérea que perdió ambas piernas en un ataque con morteros en Irak— y para cubrir gastos personales por cientos de miles de dólares.
«Este caso debería servir de advertencia a otros estafadores de que nadie está por encima de la ley, ni siquiera un veterano de guerra incapacitado o un estratega político millonario», declaró Phillip R. Bartlett, inspector a cargo de la oficina de Nueva York del Servicio de Inspección Postal, la agencia federal que arrestó a Bannon a las 7 de la mañana.
Horas después de su arresto, Bannon, de 66 años, de Washington, D.C., se declaró inocente durante una comparecencia ante una corte federal en Manhattan. Bannon se sumó así a una lista asombrosamente larga de asociados de Trump que han ido a juicio, entre ellos su exdirector de campaña, Paul Manafort, al que Bannon reemplazó, su abogado Michael Cohen, y su ex asesor de seguridad nacional, Michael Flynn.
Trump también ha dejado claro que está dispuesto a utilizar su autoridad casi ilimitada para conceder indultos a fin de ayudar a sus aliados políticos a escapar de situaciones jurídicas riesgosas. En su más reciente acción de este tipo, Trump conmutó la sentencia de su asesor político Roger Stone.
Bannon fue detenido a bordo de un lujoso yate de 45 metros (150 pies) de eslora llamado Lady May, que se encontraba frente a la costa de Connecticut, dijeron las autoridades. La embarcación es propiedad del multimillonario chino exiliado Guo Wengui y está a la venta por casi 28 millones de dólares. Según Marine Traffic, un servicio comercial de rastreo, la señal del transpondedor del yate desapareció el 17 de junio, poco después de que zarpara de un puerto de Connecticut hacia Miami, lo que posiblemente indicaba que su baliza no funcionaba o fue apagada.
En su audiencia, Bannon compareció mediante video con las manos esposadas por delante y una mascarilla blanca que le cubría la mayor parte de la cara. Se mecía hacia adelante y hacia atrás en una silla en una celda de detención con sus abogados al teléfono. El juez magistrado autorizó que Bannon fuera puesto en libertad mediante una fianza de cinco millones de dólares, garantizada con bienes por 1,75 millones de dólares.
Cuando salió del tribunal, Bannon se quitó la mascarilla, sonrió y saludó a las cámaras de medios noticiosos. Mientras se dirigía a un vehículo que lo esperaba, gritó: «Todo este fiasco es para frenar a la gente que quiere construir el muro».
Kolfage, de 38 años, de Miramar Beach, Florida, no respondió a solicitudes de comentarios. Los otros acusados son Andrew Badolato, de 56 años, de Sarasota, Florida, y Timothy Shea, de 49, de Castle Rock, Colorado, propietario de una compañía de bebidas energéticas llamada Winning Energy. Las latas de la bebida tienen la imagen caricaturizada de Trump como superhéroe y afirman contener «12 onzas de lágrimas liberales». Shea compareció de manera virtual en Denver.
Otros miembros prominentes del grupo para el muro son el exsecretario de Estado de Kansas, Kris Kobach, quien fungía como abogado general del grupo; Erik Prince, fundador de la controvertida firma de seguridad Blackwater; el exrepresentante republicano Tom Tancredo, de Colorado; y el exlanzador de las grandes ligas, Curtis Schilling. Ninguno de ellos está nombrado en la acusación formal.
Después del arresto, Trump se distanció rápidamente de Bannon y del proyecto.
«Cuando leí de ello, no me gustó. Dije: esto es para el gobierno, no para particulares. Y me sonó a fanfarronería», declaró Trump a la prensa en la Casa Blanca, y agregó que se sintió «muy mal» por esa situación.
Un plan de inmigración que Trump reveló el año pasado incluía una propuesta para permitir al público hacer donaciones para su muro, como el grupo de Kolfage había dicho originalmente que era su misión antes de cambiarlo el enfoque a una construcción privada. Pero el mandatario denunció después públicamente el proyecto, y tuiteó el mes pasado que «estaba en desacuerdo con que se hiciera esta sección muy pequeña del muro en una zona complicada por parte de un grupo privado que recaudó dinero mediante anuncios», y afirmó que «se hizo sólo para hacerme quedar mal».
El secretario de Justicia William Barr dijo a The Associated Press que había estado al tanto de la investigación sobre Bannon durante meses, pero no dijo si el presidente había sido informado.
Según la acusación formal, los acusados utilizaron facturas falsas, otra organización sin fines de lucro y acuerdos con proveedores falsos para tratar de ocultar el desvío de dinero. Conforme al arreglo, Bannon y sus coacusados presuntamente pagaron a Kolfage 100.000 dólares por adelantado y 20.000 dólares mensuales adicionales, todo mientras afirmaban que sirvieron como voluntarios y que Folge no recibió paga.
En la acusación se afirma que Kolfage «llegó al extremo de enviar numerosos correos electrónicos a sus donadores pidiéndoles que compraran café de un negocio de él, diciéndoles que la compañía cafetera era la única manera como podía ‘dar techo y comida a su familia'».
Al final, Kolfage gastó parte de los más de 350.000 dólares que recibió en renovaciones en su casa, pagos para un bote, una camioneta de lujo, un carrito de golf, joyería, cirugía estética, pagos personales de impuestos y una deuda de tarjeta de crédito.
Los cuatro fueron acusados de asociación delictuosa para cometer fraude con medios electrónicos y asociación delictuosa para lavado de dinero. Cada cargo conlleva una posible pena de hasta 20 años de prisión.
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Long y Colvin informaron desde Washington. Los periodistas de The Associated Press, Jennifer Peltz, en Nueva York; Nomaan Merchant, en Northbrook, Illinois; Cedar Attanasio, en Santa Fe, Nuevo México; Dave Collins, en Hartford, Connecticut; Mike Balsamo, en Cleveland; Nicole Winfield, en Roma, y Michael Biesecker, en Washington, contribuyeron a este despacho.