POR TIA GOLDENBERG/AP
JERUSALÉN
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está siendo juzgado por aceptar regalos de amigos adinerados. Pero eso no le ha impedido recibir otro obsequio de un amigo adinerado para pagar su multimillonaria defensa legal.
El incómodo arreglo ofrece un atisbo de los mismos lazos con amigos millonarios que metieron a Netanyahu en problemas legales, y arroja luz sobre las conexiones entre el dinero y la política israelí.
Netanyahu ha pedido a un comité de supervisión que permita una donación de 10 millones de shekels (2,9 millones de dólares) de Spencer Partrich, un magnate de bienes raíces asentado en Michigan, para financiar su defensa legal. Como Partrich también es uno de los testigos en uno de los casos, el comité ha pedido al secretario de Justicia del país.
La petición de ayuda financiera de un amigo no es ilegal, y los políticos israelíes tienen una larga tradición de alternar con partidarios acaudalados en el extranjero. Pero para algunos, la imagen de la petición de Netanyahu es poco limpia.
«Es un problema que tengamos primeros ministros que tienen lazos con magnates», dijo Tomer Naor, del Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel, un grupo que pide buena gobernanza. «Cuando los límites se difuminan, te ciega el dinero. Quieres más. De pronto el amigo pide un pequeño favor y eso plantea un problema».
El juicio a Netanyahu por cargos de fraude, administración desleal y aceptar sobornos comenzó el mes pasado en un tribunal de Jerusalén. Estaba previsto que se reanudara el mes próximo.
Las acusaciones incluyen aceptar 200.000 dólares en regalos como puros y champán de dos millonarios, el israelí Arnon Milchan, un magnate del cine afincado en Hollywood, y el australiano James Packer.
Netanyahu también está acusado de presionar para que se aprobara legislación beneficiosa para poderosos magnates israelíes de los medios de comunicación a cambio de más cobertura positiva en sus publicaciones. El mandatario ha dicho ser víctima de una caza de brujas y afirmado que las acusaciones de soborno no tienen base porque aceptar regalos de amigos no es un problema.
Para costear su defensa legal, Netanyahu ha acudido a su adinerado primo estadounidense, Nathan Milikowsky, y a Partrich.
Los abogados de Netanyahu han pedido a un comité en la oficina de cuentas del estado, un organismo supervisor, que permitan que acepte los 10 millones de shekels de Partrich.
Se cree que Netanyahu es multimillonario gracias al éxito de ventas de sus libros, sus propiedades en bienes raíces y sus lucrativos contratos como orador cuando trabajaba en el sector privado. El secretario de justicia del país investiga un opaco acuerdo de acciones con Milikowsky que supuestamente supuso un enorme retorno de la inversión para el mandatario.
La oficina de Partrich no respondió a varios mensajes pidiendo comentarios. El portavoz de Netanyahu declinó hacer comentarios.
Netanyahu lleva décadas socializando con personas muy ricas, y según sus partidarios ha renunciado a oportunidades de amasar una gran fortuna para servir al país en su lugar. Pero él y su esposa se han ganado una reputación por vivir de forma lujosa y han sido criticados varias veces por su uso indebido de fondos del estado.