Por EVA VERGARA Associated Press
SANTIAGO, Chile
Agencia AP
Chile lanzará miles de funcionarios de la salud municipal a rastrear a los infectados y sus contactos en un esfuerzo desesperado por frenar la crisis sanitaria que mantiene al límite los hospitales, con un 97% de las camas críticas del gran Santiago ocupadas.
Además, el gobierno extendió por una semana más, hasta el 12 de junio, la cuarentena total en la zona, donde viven ocho de los 18 millones de chilenos. Esta región concentra más del 80% de los 113.628 contagiados y de los 1.275 fallecidos en el país, que cumple tres meses desde la llegada del coronavirus.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, precisó que ahora sólo ubican al 60% de los contactos de los infectados activos, y para que la trazabilidad «sea satisfactoria», hay que encontrar al 80%. La labor hasta ahora la realiza un centro de llamados telefónicos con unos 800 «trazadores» que no dieron abasto, por lo que la posta la tomarán miles de funcionarios de la salud municipal, aunque no se precisó si lo harán telefónicamente, o en la calle, o una mezcla de ambos. La medida era solicitada desde hace semanas por los expertos y científicos que asesoran al Ministerio de Salud.
La tarea de romper la cadena de contagios es vital para atenuar en algo la presión que soportan los servicios de salud de la capital chilena, donde desde hace días hay pacientes con respirador mecánico en áreas especialmente habilitadas fuera de las saturadas Unidades de Cuidados Intensivos. También se están hospitalizando adultos en camas de urgencia pediátrica, y fueron adaptadas las máquinas de anestesia como ventiladores. El fin de semana se autorizó, además, el uso de un ventilador para dos pacientes con requerimientos similares.
«Tenemos una capacidad hospitalaria que necesita ser fortalecida», admitió Mañalich. El sistema hospitalario tiene más de 2.400 camas para enfermos críticos y más de 2.700 ventiladores mecánicos, a los que en la víspera se sumaron 133 comprados a China.
A diario se suma un promedio de 4.000 nuevos contagiados, y la estimación es que al menos un 5% de ellos llegará a un hospital y necesitará un ventilador. Los fallecidos diarios se mantuvieron en torno a los 50 las últimas semanas, pero el martes fueron 75 y el miércoles se agregaron 87. Mañalich explicó que 33 de los 87 corresponden a una nueva clasificación que considera como decesos a personas que mantenían pendiente el resultado de sus exámenes para detectar el virus.
El gobierno también centrará su atención en los Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores, hogares de ancianos, donde periódicamente surgen brotes. Ahora empezará también a testear los asilos de ancianos, legales y clandestinos, y trasladará a los infectados y a sus contactos a algunas de las 4.465 habitaciones de 92 residencias sanitarias habilitadas para quienes no pueden cumplir una cuarentena obligatoria.
La actual cuarentena obligatoria en todo el gran Santiago y otras medidas aplicadas desde mediados de marzo han tenido un enorme impacto en la economía chilena, que sólo en abril registró una contracción histórica del 14,1% en comparación a igual mes del año pasado, mientras el desempleo en la capital se duplicó sólo en el trimestre febrero-abril, alcanzando más del 15, según un estudio de la Universidad de Chile. Agregó que la movilidad en la ciudad se mantiene en un 60%.
El presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (SOCHIMI), doctor Tomás Regueira, dijo que la actual crisis sanitaria en la región metropolitana se extendería hasta comienzos de agosto, debido a que centenares de miles de personas no respetan la cuarentena y miles siguen contagiándose a diario.