Por SYLVIE CORBET y NICOLAS GARRIGA
PARÍS
Agencia AP
Gases lacrimógenos ahogaron las calles de París mientras policías con equipo antimotines se enfrentaban el martes con manifestantes que provocaron incendios en medio de la indignación global por la muerte de George Floyd en Estados Unidos, la injusticia racial y las tácticas de fuerza excesiva por parte de los cuerpos policiales de todo el mundo.
Los manifestantes franceses se arrodillaron y levantaron los puños, y los bomberos combatían varios incendios, mientras las protestas, en su mayor parte multirraciales y pacíficas, se tornaban en enfrentamientos aislados. Varios miles de personas ignoraron las prohibiciones relacionadas con la pandemia de coronavirus para rendir tributo a Floyd y a Adama Traore, un francés de raza negra que murió en custodia de la policía.
Patinetes eléctricos y barricadas de construcción fueron incendiados, y el humo manchó un letrero que decía «Restaurante abierto», en el primer día en que se permitió la operación de cafeterías en Francia después de casi tres meses de cierre por la pandemia.
En la ciudad más grande de Australia, miles marcharon pacíficamente y gritando consignas de «No puedo respirar», mientras que miles más se manifestaron en La Haya, Holanda, y una protesta similar atrajo a cientos de inconformes en Tel Aviv, Israel.
Las expresiones de enojo estallaron en varios idiomas a través de las redes sociales, donde miles de suecos se unieron a una protesta en línea y otros levantaron la voz a través del hashtag #BlackOutTuesday.
También hubo filtraciones de indignación diplomática, después de que el máximo funcionario de relaciones exteriores de la Unión Europea señalara que el bloque está «consternado y escandalizado» por la muerte de Floyd.
Floyd falleció la semana pasada después de que un policía lo inmovilizó colocándole la rodilla en el cuello durante varios minutos, incluso después de que dejó de moverse y que se quejaba de no poder respirar. Su muerte desató protestas en todo Estados Unidos, y ahora también más allá de sus fronteras.
A medida que las protestas se intensifican en todo el mundo, la solidaridad con los manifestantes en Estados Unidos cada vez se mezcla más con asuntos locales.
«Esto sucedió en Estados Unidos, pero sucede en Francia, sucede en todas partes», dijo el manifestante parisino Xavier Dintimille. Aunque la violencia policial parece ser más grave en Estados Unidos, añadió, «todas las personas de raza negra sufren de esto hasta cierto punto».