MADRID
Agencia DPA/Europa Press
El primer ministro británico, Boris Johnson, respalda a su principal asesor, Dominic Cummings, quien realizó un viaje personal a Durham, a 400 kilómetros de Londres, en medio del confinamiento obligatorio por su contacto con una persona contagiada. Diputados del propio Partido Conservador de Johnson han pedido la dimisión de Cummings.
Para Johnson, Cummings «no tenía alternativa» y tuvo que viajar para llevar a su hijo con unos familiares ya que «tanto él como su esposa iban a quedar incapacitados por el coronavirus». Ella estaba diagnosticada y él tenía síntomas cuando hizo el viaje. «Actuó de forma responsable, legal e íntegra», ha subrayado Johnson en rueda de prensa recogida por el diario ‘The Guardian’.
Johnson ha asegurado que ha tenido una «larga» conversación con Cummings y ha defendido que su asesor «siguió los instintos que tiene cualquier padre».
El sábado el Gobierno argumentó que Cummings actuó «de forma responsable y legal», pero el domingo ha salido a la luz un segundo viaje a la ciudad de Barnard Castle en abril. Johnson ha asegurado que Cummings estuvo 14 días en aislamiento y que en este periodo «se comportó de forma responsable y adecuada».
La oposición laborista ha pedido una investigación urgente de lo ocurrido, mientras varios diputados conservadores han cuestionado públicamente la actuación de Cummings.
«Dominic Cummings debe marcharse antes de que haga más daño a Reino Unido, al Gobierno, al primer ministro, a nuestras instituciones o al partido Conservador», ha hecho saber el diputado ‘tory’ Steve Baker en una columna para la web The Critic.
El también diputado conservador Damian Collins ha manifestado su descontento con Cummings, «un hombre que lleva creyendo durante mucho tiempo que las reglas con las que jugamos todos no se le aplican, y que observa el escrutinio al que deberíamos estar sometidos todos desde una posición de autoridad y desprecio». «El Gobierno estaría mejor sin él», ha remachado Collins en su cuenta de Twitter.