Por PAOLA FLORES
La Paz, BOLIVIA
Agencia (AP)
En medio de un mercado de Bolivia, una larga fila de personas espera su turno para entrar a una cabina de desinfección donde se darán un «baño de vapor». La práctica se realiza con plantas que son utilizadas por curanderos de la medicina andina.
Autoridades de entes internacionales como la Organización Mundial de la Salud han repetido que no existe ningún remedio específico para prevenir o tratar el COVID-19, pero muchos bolivianos creen en la medicina ancestral y el gobierno los respalda: incluso la Constitución Política del Estado garantiza su práctica y la regula con una ley desde 2009.
«Es una ayuda que nos dan para que no nos enfermemos», dijo a The Associated Press Juan Alberto Aguilar, un empleado de la construcción de 45 años que no puede quedarse en casa porque necesita seguir ganando dinero y ahora ayuda a su esposa a vender verduras.
«En casa también lo utilizamos y para mí es mejor entrar en ellas (las cabinas), porque ya conocemos este tipo de medicina natural», agregó.
En Bolivia, la medicina ancestral está especialmente arraigada en la región andina, donde los curanderos tienen gran influencia entre la gente. Para realizar prácticas como los baños de vapor que ofrecen en el mercado de La Paz, utilizan plantas como el eucalipto, la wira wira y la manzanilla, que colocan en una olla con agua hirviendo para luego realizar la vaporización. Según Ana Choque, encargada de Medicina Tradicional del Ministerio de Salud, las hierbas ayudan a la desinflamación y desinfección del organismo.
Choque explicó que el gobierno considera importante respetar los usos y costumbres de pueblos milenarios a pesar de la pandemia. Sin embargo, esto no exenta a las autoridades de acercarse a la gente y hablarles en aymara y español para concientizarlos sobre la importante del lavado de manos y otras medidas ampliamente aceptadas para la prevención del nuevo coronavirus.
«Vienen personas que en muchos casos deben salir a vender, a trabajar por fuerza mayor, y vienen para vaporizarse, es un modo de protección», agregó.
El viceministro de Medicina Tradicional, Felipe Quilla, explicó que —como medida preventiva, no curativa— otras diez carpas serán utilizadas dado que las tres primeras han tenido una «buena acogida».
Sin embargo, no todos están de acuerdo, entre ellos, especialistas como el pediatra Reynaldo De Ávila, quien calificó los baños de vapor como una «charlatanería» debido a que no existe ningún estudio que certifique que el uso de las cámaras ayude a desinfectar o a prevenir las enfermedades respiratorias.
Bolivia inició una cuarentena total el 22 de marzo para prevenir la propagación del virus. El ministerio de Salud reconoció que el país tiene el sistema de sanidad más pobre de la región y no podrá atender a todos los infectados si se da un brote masivo.
El reporte de ese despacho reporta en el país 632 casos confirmados y 40 fallecidos.