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Italia, Irán y Estados Unidos reportaron grandes aumentos en la cifra de muertos por la pandemia del coronavirus, que seguía expandiéndose hoy por todo el mundo y haciendo que las zonas más afectadas tuvieran que improvisar para habilitar más camas de hospital y reponer los menguantes suministros médicos necesarios para proteger al personal sanitario. 

El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, anunció antes de la medianoche del sábado que se endurecerían las medidas de confinamiento y cerrarían todas las instalaciones de producción a excepción de aquellas que brindan bienes y servicios esenciales. En un mensaje en video, pidió a la población que mantuviera la calma, señalando que «no hay alternativa» mientras científicos en otras partes del globo presentaban gráficas para explicar cómo evitar una sola infección supone evitar decenas de contagios más en el futuro. 

Italia reportó su mayor aumento diario en la cifra de infecciones, que ascendió a 53.000 casos con casi 800 muertos más. Los cuerpos se acumulaban en los hospitales, morgues e iglesias del país, el personal médico pedía más ayuda y no había indicios de que Italia estuviera frenando su curva de contagios. Allí han muerto ya 4.825 personas, más que en toda China, donde apareció el virus a finales del año pasado. 

En Gran Bretaña, donde el domingo se celebraba el Día de la Madre, el gobierno envió un sombrío mensaje a millones de ciudadanos: Visitar a tu madre podría matarla. El primer ministro británico, Boris Johnson, imploró a los ciudadanos que evitaran las tradicionales visitas y comidas familiares del domingo. 

«No podemos ocultar o endulzar la amenaza», dijo. «Si su madre es anciana o vulnerable, entonces me temo que todas las estadísticas muestran que es mucho más propensa a morir de coronavirus». 

«Esta vez es mejor llamarla, hacer una videollamada, llamarla por Skype, pero evitar cualquier cercanía o contacto físico innecesario», añadió. 

En Irán, por su parte, el líder supremo rechazó el domingo la asistencia estadounidense para combatir el nuevo coronavirus, citando una teoría de la conspiración sin base sobre que el virus podría haber sido fabricado en Estados Unidos. Irán está sujeta a duras sanciones estadounidenses que impiden al país vender su petróleo y acceder a los mercados financieros internacionales. 

Teherán dice que el nuevo virus ha matado a 1.685 personas de sus 21.638 casos confirmados, una cifra que según expertos de la Organización Mundial de la Salud, está por debajo de la real casi con certeza. 

En Estados Unidos, donde varios estados ordenaron a la gente que se quedara en casa, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que el gobierno estaba «literalmente rastreando el mundo entero en busca de suministro médico». Desde Oklahoma City a Minneapolis, trabajadores médicos pedían donaciones de equipamiento de protección. El personal de un hospital de Detroit empezó a fabricar mascarillas caseras para sus trabajadores. Incluso los hospitales rurales se vieron presionados ante el avance de la pandemia. 

En Washington, los negociadores del Congreso y la Casa Blanca reanudaron las conversaciones de máximo nivel para acordar un paquete de rescate de más de un billón de dólares, reclamado por el presidente, Donald Trump, para estabilizar el país. Trump mantuvo un tono confiado sobre la capacidad del país para derrotar pronto a la pandemia, aunque responsables sanitarios admitían que el brote en Estados Unidos estaba aún lejos de tocar techo. 

«Vamos a festejar una gran victoria en un futuro no muy distante», sostuvo el mandatario. 

Al menos 38 personas, más de la mitad de ellos presos, dieron positivo en el conocido recinto penal de Rikers Island, en la ciudad de Nueva York, y las instalaciones cercanas. Otro preso fue el primero en dar positivo en una cárcel federal estadounidense. 

Más de 307.000 personas se han contagiado en todo el mundo y más de 13.000 han muerto, según la Universidad Johns Hopkins. Unos 150 países han confirmado casos, y se han reportado muertes en más de 30 estados estadounidenses. 

Para la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus apenas causa síntomas leves o moderados como fiebre y tos. Para algunos, especialmente ancianos y personas con problemas médicos previos, puede provocar complicaciones más graves como la neumonía. Unas 92.000 personas se han recuperado ya, la mayoría en China. 

Las autoridades sanitarias españolas dijeron que sus unidades de cuidados intensivos en las zonas más afectadas estaban cerca de su límite. El Ejército construía un hospital de campaña con 5.500 camas en un centro de convenciones en Madrid, donde también se estaban habilitando hoteles para atender a pacientes del virus sin problemas respiratorios graves. 

En Estados Unidos, Nueva Jersey y San Luis se sumaron a la creciente lista de zonas donde se ordenó a los vecinos que se quedaran en casa. El gobernador de Hawai ordenó una cuarentena obligatoria de 14 días a partir del jueves para los residentes y visitantes que llegaran al estado, e instó a la gente a demorar sus vacaciones programadas en el archipiélago. La gente en cuarentena solo podía abandonar sus viviendas u hoteles por urgencias médicas. 

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