Un hombre ayuda a otro a atarse una mascarilla para protegerse del COVID-19 en el centro de Quito, Ecuador, el martes 17 de marzo de 2020. (AP Foto / Dolores Ochoa)

QUITO/AP

A las severas restricciones a la movilidad, el gobierno ecuatoriano sumó sanciones económicas y hasta penas de prisión para quienes no respeten la orden de quedarse en casa para frenar la propagación del COVID-19. En tanto, Chile declaró el estado de catástrofe nacional, lo que implica que las fuerzas armadas quedan a cargo del mantenimiento del orden público.

Desde el miércoles se suspendieron en Ecuador los viajes interprovinciales por aire y tierra, tanto en vehículos públicos como privados, mientras decenas de policías y militares se encuentran en las calles para verificar que los ciudadanos se desplacen únicamente por situaciones de emergencia, compra de comida y medicinas o para ayudar a enfermos o ancianos.

De acuerdo con las disposiciones del gobierno, quienes infrinjan la cuarentena podrán ser multados con sumas de entre 200 y 6 mil dólares y penas de prisión de uno a tres años, especialmente si hacen mal uso de los salvoconductos emitidos por las autoridades.

En el primer comunicado oficial de la jornada se informó que el número de casos confirmados subió a 155 y que hay 235 personas bajo sospecha y dos personas fallecidas. La ciudad portuaria de Guayaquil es la que mayor cantidad de enfermos reporta con 78.

Desde la noche del lunes también está en vigencia un toque de queda entre las 21.00 (0200 GMT) y las 05.00 (1000 GMT). Buena parte de las ciudades lucen desoladas y con muy poco tráfico vehicular.

Ecuador está bajo estado de excepción por 14 días, lo que implica el cierre de los servicios públicos -menos los sanitarios y seguridad-, y las actividades del sector privado, excepto las vinculadas con la alimentación, salud y finanzas.

Una mujer usa una máscara como protección contra el COVID-19 en el centro de Quito, Ecuador, el martes 17 de marzo de 2020. (AP Foto / Dolores Ochoa)

EN CHILE DECLARAN CATÁSTROFE NACIONAL

El presidente chileno Sebastián Piñera declaró el miércoles desde el palacio de gobierno que el estado de catástrofe nacional «tiene como objetivo anticiparnos y prepararnos para las etapas que vienen en esta pandemia».

El estado de catástrofe regirá desde la medianoche del jueves y por un lapso de 90 días.

Esta medida también permite restringir el derecho a la locomoción y de reunión en lugares públicos, establecer limitaciones al ejercicio del derecho a la propiedad y ordenar el acopio de alimentos y otros artículos necesarios para la «subsistencia de la población».

Centenares de miles de chilenos están bajo una cuarentena voluntaria mientras la de los tres millones de estudiantes es obligatoria y desde el miércoles están cerradas todas las fronteras. Sólo pueden ingresar al país chilenos o extranjeros residentes, quienes están obligados a guardar una cuarentena de 14 días.

En Chile el avance del coronavirus ha sido uno de los más rápidos de la región, aunque de los 238 contagiados sólo ocho están hospitalizados y no se ha registrado ninguna muerte.

Un vendedor ambulante utiliza una cabeza de maniquí para mostrar una máscara protectora en el centro de Santiago, Chile, el martes 17 de marzo de 2020. (AP Foto / Esteban Félix)

La decisión del gobierno fue bien recibida por la oposición. El senador Felipe Harboe señaló que «parece una medida fundada».

En tanto, el presidente colombiano Iván Duque decretó la noche del martes el estado de emergencia económica y social en todo el país y ordenó que los adultos mayores de 70 años queden en aislamiento obligatorio hasta el 31 de mayo, excepto para abastecerse de productos de primera necesidad. A partir del miércoles, además, las entidades bancarias permitirán que sólo los clientes entren a sus sedes en pequeños grupos para evitar aglomeraciones.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, anunció que entre el 20 y el 23 de marzo -días festivos en Colombia- se realizará el simulacro «Bogotá se queda en casa», a fin de que los capitalinos estén preparados para cualquier emergencia provocada por la pandemia, que en esta capital ha registrado 40 de los 75 contagiados del país.

Hasta el martes en América Latina se habían registrado más de 900 casos de COVID-19 y al menos 12 fallecidos.

En todo el mundo, 185 mil personas se han infectado y más de 7 mil 300 han fallecido, pero la mitad de los que alguna vez tuvieron el virus se han recuperado. La mayoría de los enfermos presenta síntomas leves como fiebre o tos, pero para las personas mayores o que tienen otros problemas de salud pueden ser peores, incluso neumonía.

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