Un empleado con equipo de protección rocía desinfectante en un tren para combatir un brote de coronavirus en la estación de tren de Senen, en Yakarta, Indonesia. Foto La Hora/AP/Tatan Syuflana.

Por JOSEPH WILSON y GEIR MOULSON
BARCELONA
Agencia AP

En toda Europa y muchas partes del mundo se anunciaron más cierres de fronteras y restricciones a los desplazamientos el domingo mientras la vida cotidiana se detiene cada vez más para tratar de mantener a la gente aislada y frenar la propagación del coronavirus.

Los estadounidenses que regresaban a casa enfrentaban un caos en los aeropuertos debido mientras los agentes trataban revisaban a los pasajeros que arribaban al país.

Las actividades religiosas también se limitaron luego de que las autoridades anunciaron que la mezquita Al-Aqsa en la Ciudad Vieja de Jerusalén cerraría de manera indefinida, y el Vaticano informó que los servicios de Semana Santa previstos para el próximo mes no estarían abiertos al público.

España despertó en su primer día de cuarentena a nivel nacional. En Filipinas, soldados y policías sellaron la poblada capital de Manila, y tomaban la temperatura a los conductores en los puntos de ingreso a la ciudad. El canciller austriaco Sebastian Kurz anunció planes para limitar el movimiento a nivel nacional, siguiendo los pasos de Italia y España, donde la gente ya tiene prohibido salir de su casa, salvo para diligencias esenciales o trabajo.

Con los casos disminuyendo en Asia, Europa se ha convertido en el principal frente de la lucha contra la enfermedad COVID-19. El coronavirus ha infectado a 156.000 personas y provocado la muerte de más de 5.800, pero alrededor de 74.000 ya se han recuperado.

Los viajeros que regresaban a Estados Unidos luego de que el gobierno del presidente Donald Trump impuso una amplia prohibición sobre la gente procedente de Europa enfrentaban una espera de horas para que les realizaran una revisión médica. Videos y fotografías publicados en redes sociales mostraban pasillos repletos de personas y largas filas.

Estados Unidos ha registrado 61 muertes y más de 2.900 infecciones. En el azotado estado de Washington, las autoridades dijeron que la enfermedad está agotando el suministro de equipos de protección disponibles pese a los envíos por parte del gobierno federal.

El propio Trump se ha sometido a la prueba, dando negativo a la enfermedad, informó su médico.

Italia, el país más afectado de Europa con casi 25.000 casos confirmados y 1.809 muertes, reforzó su aislamiento de casi una semana. El Ministerio de Transporte prohibió que la gente tomara los ferrys hacia la isla de Cerdeña y suspendió los viajes en tren durante la noche, que muchos en el norte del país utilizaban para llegar a sus hogares y con sus familias en el sur. Los hospitales estaban abrumados por los enfermos.

En tanto, Marruecos suspendió todos los vuelos internacionales. Turquía, por su parte, dispuso camas de cuarentena para más de 10.000 personas que regresaban de peregrinajes en las ciudades sagradas del islam en Arabia Saudí.

En China, donde se detectó primero el virus a finales de diciembre, aquellos que arribaban de vuelos extranjeros eran enviados a un centro de convención que fue adaptado para realizarles revisiones y decidir si los enviaban a sus casas o a otros sitios de cuarentena.

China, Italia, Irán, Corea del Sur y España tienen los brotes más grandes del mundo.

En muchas personas, el coronavirus sólo provoca síntomas moderados, como fiebre y tos. En algunos, en particular adultos mayores y personas con problemas de salud ya existentes, puede causar efectos más graves. Sin embargo, la gran mayoría de las personas enfermas de COVID-19 se recuperan.

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