Por RODNEY MUHUMUZA y PATRICK ONEN
KAMPALA, Uganda
Agencia (AP)
Se despierta todos los días antes de que salga el sol para conversar con sus tres hijas varadas del otro lado del mundo, en la ciudad china de Wuhan, ansiosa por confirmar que empiezan otro día sin el virus.
«Si no me responden, me preocupo, pero si alguna de ellas responde, me digo ‘gracias Jesús'», comentó Margaret Ntale.
Los ciudadanos de muchos países fueron evacuados de Wuhan, epicentro del brote de coronavirus que está causando estragos, pero miles de estudiantes africanos siguen allí. Varias naciones africanas afirman que es más seguro permanecer en Wuhan.
Se calcula que hay más de 4 mil estudiantes africanos en Wuhan como consecuencia de los esfuerzos de China por ampliar su influencia en África.
Traerlos de vuelta a países de la región subsahariana, dicen esos gobiernos, puede ser riesgoso. Ayer se confirmó el primer caso del virus en Lagos, Nigeria. También hay dos casos en Egipto y Argelia, otras naciones del norte de África, donde los sistemas sanitarios son deficientes y poner gente en cuarentena no es sencillo.
Los estudiantes africanos permanecen en campus universitarios prácticamente vacíos en Wuhan, temerosos de quedarse en cualquier momento sin comida o sin dinero. Algunos gobiernos empezaron a enviarles miles de dólares para que se puedan mantener.
«Tengo amigos que no pueden conseguir cosas como detergente, toallas sanitarias e incluso alimentos», dijo una compañera de una de las hijas de Ntale, Joanna Aloyo, a través de la internet.
El jueves Ntale y otros padres de estudiantes hablaron con periodistas en Kampala sobre la situación de sus hijos. En medio de la reunión comenzó a llorar.
«No sabes lo que puede suceder mañana. Eso es lo que más me asusta», expresó la mujer. «Los estudiantes están traumatizados y muy asustados. Estamos destruidos».
La incertidumbre sobre la suerte de sus hijos es una «tortura psicológica», expresó otro padre. Al menos 70 estudiantes ugandeses están varados en Wuhan.
La ministra de Salud de Uganda, Jane Aceng, no pudo ser localizada de inmediato. Pero hace dos semanas indicó que su ministerio estaba analizando el costo de «aislar, monitorear y manejar (la situación) si hay algún contagio en el grupo en caso de que sean repatriados».
Mientras tanto, indicó, el gobierno enviaría 60 mil dólares en fondos de emergencia a ser distribuidos entre los estudiantes.
Los padres, no obstante, dicen que sus hijos no han recibido dinero alguno.
«Da la impresión de que no se ha hecho nada. Es bastante molesto», dijo una madre, Cecilia Oyet. «Considero que el que no se tomen medidas les hacen pensar a los estudiantes, y a la juventud ugandesa en general, que ellos no nos importan».
Los padres se comunican con sus hijos mediante llamadas telefónicas y ocasionales videollamadas. Les preocupa el aumento en la cantidad de muertos.
Oyet, cuya hija estudia medicina en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan, dijo que hace unas dos semanas un estudiante envió un mensaje en el que decía que «mueren grandes cantidades de personas aquí y los cadáveres son cremados. ¿Te imaginas que nos muriésemos aquí y ustedes ni siquiera pudieran ver nuestros cuerpos? Por favor, hagan algo antes de que pasemos a ser parte de las estadísticas».
Otros países han anunciado que planean enviar dinero a los estudiantes. El gobierno de Botsuana informó que cada uno de sus estudiantes recibirá una partida de 144 dólares por mes y una empresa local entregará alimentos, agua, mascarillas e incluso «servicios de apoyo psicológico».
Pero eso no basta, según algunos estudiantes y padres. Cuando alguien dijo que el Gobierno de Ghana era «cruel» por no evacuar a sus estudiantes, el presidente Nana Akufo-Addo señaló la semana pasada que no descarta hacerlo, pero que se hará de forma tal que se evite «que cunda el miedo y el pánico entre la gente».
En Etiopía, donde algunas familias se reunieron en la capital Addis Ababa para presionar por evacuaciones, el primer ministro Abiy Ahmed dijo esta semana que el presidente chino Xi Jinping le había garantizado por teléfono que China ofrecerá «atención especial y apoyo» a los estudiantes varados.
Las autoridades chinas dicen que los estudiantes están recibiendo comida y otras necesidades y el Gobierno keniano causó cierta perplejidad la semana pasada al decir en Twitter que cualquier comunicación con los kenianos varados en Wuhan «se debe hacer a través del Gobierno chino».
Algunos de los estudiantes se muestran desanimados. Hasta el jueves por la noche, en que el Gobierno sudafricano anunció que evacuaría a más de 130 estudiantes de esa nacionalidad, las pequeñas islas de Seychelles y Mauricio eran los únicos países subsaharianos que habían sacado a su gente.
En una carta abierta al presidente nigeriano publicada este mes por el portal Sahara Reporters, un nigeriano varado en Wuhan, Ayodeji Adetunji Idowu, afirmó que «cunde la frustración, la desesperanza y el desaliento porque no recibimos apoyo diplomático para ser evacuados».