John Turturro en una escena de "The Plot Against America". FOTO LA HORA. MICHELE K. SHORT/HBO /AP.

Por LYNN ELBER
LOS ÁNGELES
Agencia (AP)

Hollywood unió sus fuerzas creativas en la década de 1940 cuando la Alemania nazi de Adolfo Hitler buscaba conquistar el mundo, con Humphrey Bogart haciéndole frente al régimen fascista en «Casablanca» y el director Ernst Lubitsch burlándose de él y de su dictador en «To Be or Not to Be» («Ser o no ser»).

Más de 70 años después, un aumento en los delitos de intolerancia, supremacistas blancos envalentonados y la turbulencia política han hecho que los productores de cine y televisión vuelvan a abordar el nazismo. Las obras son variadas y la recepción que han tenido mixta, pero comparten una meta: usar la ficción para aprender sobre el totalitarismo en el siglo XX y sus horrores, incluyendo el Holocausto que cobró la vida de 6 millones de judíos.

En «Hunters» de Amazon, un grupo improbable de neoyorquinos de la década de 1970 busca a nazis alemanes que trajeron sus ideas genocidas a Estados Unidos. «The Plot Against America» de HBO está basada en la novela de Philip Roth que plantea un gobierno estadounidense represor en los años 30 encabezado por Charles Lindbergh, un héroe de aviación de la vida real, antisemita y aislacionista. La película galardonada con el Oscar «Jojo Rabbit» sigue el tono satírico de Lubitsch, intensificados por la tragedia.

Antes de estas producciones estuvo «The Man in the High Castle», la serie de Amazon de 2015-2019 basada en la novela de ciencia ficción de Philip K. Dick sobre un Estados Unidos derrotado que es gobernado por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, Alemania y Japón.

La guerra ha hecho otros regresos a la pantalla. Durante la agitación política y social de los años 60, películas cínicas e irreverentes que incluyen «King Rat» («El caudillo de los desalmados») y «What Did You Do in the War, Daddy?» («¿Qué hiciste tú en la guerra, papá?») se estrenaron junto a épicas de guerra como «Battle of the Bulge» («La batalla decisiva»).

«Parece haber olas de interés en el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, no siempre al mismo tiempo», dijo Sharon Willis, una investigadora de cine y profesora en la Universidad de Rochester en Nueva York. «Siento que, colectivamente, volvemos a esos terrenos cuando tenemos algún tipo de problema por resolver que creemos que está relacionado con ellos».

David Simon, productor ejecutivo de «The Plot Against America», etiqueta flagrantemente la serie de seis episodios que se estrena el 16 de marzo como «una pieza política». El elenco incluye a Winona Ryder y John Turturro, y las primeras reseñas han sido positivas.

«Es una crítica a la xenofobia y la demagogia y el uso de ‘los otros’, el temor a ‘los otros’, para impulsar el poder político y crear una dinámica política», dijo Simon, un patrón que según él es el que usa el presidente Donald Trump. «La demonización de la población inmigrante ha ocurrido desde que existe la república».

Irónicamente, en un principio rechazó llevar la pantalla la novela de Roth porque le parecía irrelevante.

«La primera vez que alguien se puso en contacto conmigo sobre la adaptación fue en 2013, justo después de que comenzara el segundo periodo (presidencial de Barack) Obama. Y pensé que eso parecía algo fuera de lugar» en una sociedad cada vez más inclusiva, dijo Simon. La elección subsiguiente y sus resultados lo obligaron a reconsiderar ese punto de vista, dijo, mencionando las restrictivas políticas inmigratorias como un área de gran preocupación.

El libro del fallecido Roth resultó ser una «alegoría de aquello con lo que estamos lidiando ahora, y las poblaciones vulnerables no necesariamente son los judíos estadounidenses, aunque el antisemitismo ha aumentado», dijo Simon. «Los (grupos) realmente vulnerables tienen piel negra y café, inmigrantes y musulmanes».

En cuanto a por qué les ha pedido a los espectadores que busquen claridad en el espejo retrovisor, Simon dijo que la historia proporciona una base robusta y bien revisada sobre la cual se puede construir una alegoría profunda. «Si no podemos aplicar esto al futuro, entonces toda la historia es bastante inservible», dijo.

David Weil, creador de «Hunters» protagonizada por Al Pacino y Logan Lerman, comparte las ideas de Simon en relación con el poder de este tipo de narrativa.

Al Pacino, a la izquierda, y Logan Lerman en una escena de «Hunters». FOTO LA HORA: CHRISTOPHER SAUNDERS/AMAZON STUDIOS VIA AP/AP.

«Creo que a veces la mejor manera para lidiar con la verdad de nuestra realidad y nuestro presente es ver a través de un prisma diferente, de un lente diferente», dijo Weil. «Así que usé el lente de Estados Unidos de 1977 para hablar sobre el tipo de racismo y xenofobia y antisemitismo que seguimos enfrentando ahora, para permitir que la gente realmente trate de verlo en perspectiva».

La inspiración directa de Weil fue su abuela, Sara Weil, una sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau y Bergen-Belsen, en los que se mató a millones de judíos y otros grupos. Las historias de las adversidades que escuchó de ella cuando era niño eventualmente impulsaron el deseo de Weil de honrar su memoria a través de su trabajo y convertirse en un vengador del Holocausto, «un superhéroe de alguna manera».

Ha habido películas dignas del Oscar sobre el Holocausto, dijo Weil, pero él quería dramatizar la tragedia y sus consecuencias de manera poco convencional. Describió su enfoque como uno «audaz, ramplón y fresco» que invita a un nuevo público a entrar a la historia a través de la perspectiva de personajes como el hermano menor del joven cazador de Lerman, Jonah.

«Al hacerlo, comienzan a aprender sobre la verdad del Holocausto y las dificultades del pueblo judío y las de todos los ‘otros'», dijo Weil.

La libertad creativa es aceptada para el tono o incluso la creación de toda una banda de cazadores de nazis, pero cambiar los hechos de un evento tomado con tanta seriedad es sobrepasar los límites para algunos. En una escena en la que un grupo de presos de Auschwitz en Polonia son usados como piezas de un ajedrez mortal se presenta algo que nunca sucedió en ese campo de concentración, de acuerdo con el museo y memorial del sitio, que en un comunicado reciente calificó esta invención como una «tontería peligrosa y caricaturesca».

Weil respondió que no se trataba de un documental y que había evitado tomar un momento específico de la vida real de alguna persona. Eso no bastó para el rabino Marvin Hier, fundador del Centro Simon Wiesenthal en Los Ángeles, que lleva ese nombre en honor a un sobreviviente de los campos de concentración y cazador real de nazis.

Aunque los dramas pueden ayudar a educar a la gente sobre el nazismo, dijo Hier, este tipo de proyectos deben ser calificados como una versión ficticia de un evento real o corren el riesgo de impulsar a quienes niegan el Holocausto.

Pete Simi, coautor de «American Swastika: Inside the White Power Movement’s Hidden Spaces of Hate» y profesor de la Universidad de Chapman en el sur de California, ve un potencial en el foco de Hollywood en la Alemania nazi. Una razón es que puede ayudar a exponer a aquellos que siguen esta ideología que «cambiado de imagen» para hacer que la supremacía blanca sea aceptable.

«Entre más entendamos lo que representaron los nazis, más podremos analizar las versiones contemporáneas de los nazis» y evitar ser engañados por sus esfuerzos por subvertir «lo que realmente representan», dijo Simi.

Simon dijo que le gustaría que «The Plot Against America» tenga repercusión.

«En un mundo perfecto, este proyecto se sale de las páginas de espectáculos y se discute en las páginas editoriales o de opinión», señaló. «Esa es la razón para hacerlo, tener una discusión ahora porque las libertades civiles están siendo agraviadas. Las instituciones estadounidenses y las normas estadounidenses están bajo presión ahora».

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