MADRID
Agencia DPA/Europa Press
El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha denunciado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU las consecuencias del bloqueo impuesto hace más de medio siglo por Estados Unidos, cuyo alcance «extraterritorial» habría derivado en las restricciones de varios países a los programas de cooperación médica.
El jefe de la diplomacia cubana ha acusado a las autoridades norteamericanas de recrudecer lo que ha considerado un «acto de genocidio», una «violación flagrante, masiva y sistemática de los Derechos Humanos de nuestro pueblo», según el discurso difundido por su Ministerio.
La aplicación de la Ley Helms-Burton, que abre la puerta a demandas contra empresas extranjeras presentes en Cuba, «profundiza el impacto extraterritorial del bloqueo», en opinión de Rodríguez, que ha denunciado una política de «dobles raseros» por parte de Washington.
El ministro ha denunciado «la aplicación de medidas no convencionales para impedir el abastecimiento de combustible», que «ha dañado cada ámbito de la vida cotidiana de las cubanas y los cubanos», así como «limitaciones extremas» a las conexiones por vía aérea.
Además, ha acusado a la Administración de Donald Trump de «arremeter contra la cooperación médica internacional cubana por razones políticas», en alusión a los programas de ayuda pactados con otros países. «Estados Unidos amenaza el disfrute del derecho a la salud de millones de seres humanos que se benefician de ella en diversas latitudes», ha lamentado.
En este sentido, Rodríguez ha considerado que «sólo con la suspensión de la cooperación médica cubana impuesta a varios países de la región se ha afectado gravemente la atención médica a 67 millones de personas».
«La respuesta de Cuba es firme: sobre la base de legítimos programas de cooperación intergubernamentales, continuaremos salvando vidas y procurando la salud y el bienestar, donde quiera que se nos solicite», ha advertido.