Agencia/DPA
La Fiscalía de Israel ha presentado formalmente la imputación por delitos de corrupción contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que apenas unas horas antes había retirado su petición de inmunidad ante el Parlamento para evitar un «circo» tras el que, en su opinión, se oculta una «persecución personal» por razones políticas.
El fiscal general, Avichai Mandelblit, ha entregado ante el Tribunal de Distrito de Jerusalén documentos con los que acusa a Netanyahu de sobornos, fraude y violación de la confianza, tal como ya había planteado en noviembre. La formalización del trámite dependía del proceso parlamentario cancelado este mismo martes, según ‘The Jerusalem Post’.
Netanyahu ha retirado su solicitud de inmunidad después de percatarse de que su intento por bloquear la votación en la Knesset no tendría éxito. El primer ministro, que no está obligado a dimitir pese a la acusación, ha afeado a sus rivales que se impliquen en «política barata» en «un momento crucial en la historia del Estado», en alusión al plan de paz que prepara el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
«No dejaré que mis rivales políticos usen este tema para interferir en esta decisión histórica que estoy liderando. Como he hecho toda mi vida, continuaré invirtiendo todo por el futuro de nuestro país y de ustedes, los ciudadanos de Israel», ha dicho su mensaje, en el que ha prometido que «rebatirá las denuncias» presentadas contra él.
Netanyahu, que podría sentarse en el banquillo en cuestión de semanas, está imputado por las presuntas irregularidades en tres casos distintos. El más grave de todos es el caso 4000, en el que hará frente a cargos por sobornos, fraude y violación de la confianza por impulsar regulaciones que beneficiaron al accionista mayoritario del grupo Bezeq, Shaul Elovitch, a cambio de una cobertura favorable del portal Walla.
En el caso 1000, el primer ministro está imputado por fraude y violación de la confianza por recibir regalos ilícitos valorados en 700.000 shekels (cerca de 183.000 euros) a cambio de favores. En el caso 2000 ha sido imputado por fraude y violación de confianza por acordar con ‘Yedioth Ahronoth’ para debilitar al diario de la competencia Israel Hayom –favorable a Netanyahu— a cambio de una cobertura más favorable al primer ministro en el primer medio.
El golpe judicial llega en un momento clave tanto a nivel internacional, por el «acuerdo del siglo» que Trump prevé anunciar este mismo martes, como a nivel interno, ya que Israel celebrará el 3 de marzo sus terceras elecciones parlamentarias en menos de un año.