Agencia DPA/Europa Press
MADRID
Al menos 34 estudiantes han resultado heridos durante el asalto de una turba a una universidad de Nueva Delhi conocida por organizar las protestas en la capital india contra la polémica enmienda a la ley nacional de ciudadanía, cuyos críticos consideran anticonstitucional y un acto de discriminación contra la población musulmana.
El asalto comenzó a última hora del domingo, cuando al menos medio centenar de enmascarados armados con barras de hierro, martillos y piedras, irrumpieron en la universidad Jawaharlal Nehru. Entre los heridos siguen hospitalizados 17 estudiantes, todos ellos de asociaciones de estudiantes de izquierda, y cinco profesores.
Los agredidos responsabilizan del ataque al colectivo de estudiantes Consejo Estudiantil para Toda India (ABVP) vinculado al partido Popular Indio, del ultranacionalista primer ministro del país e impulsor de la ley, Narendra Modi.
Durante tres horas, se dedicaron a agredir a los estudiantes y manifestantes contra la legislación promulgada por Modi, y cuya entrada en vigor a finales del año pasado desencadenó violentas protestas en todo el país.
Los testigos de la agresión han denunciado que tanto la Policía de Nueva Delhi como los propios guardias de seguridad de la universidad fueron «mudos espectadores» de un asalto tras el cual no se ha efectuado ni un solo arresto, según comentan a la cadena india NDTV.
La universidad se ha abstenido de hacer una valoración política del suceso y, tras condenar la violencia, ha descrito el asalto como una protesta contra la subida de tasas estudiantiles.
«Los fascistas de nuestra nación están asustados de la valentía de nuestros estudiantes», ha denunciado el líder del principal partido de oposición en India, el Congreso Nacional Indio, Rahul Gandhi, durante la noche de vigilia convocada por asociaciones universitarias en protesta por el asalto.
La enmienda, que entró en vigor el 12 de diciembre, concede santuario a minorías religiosas no musulmanas bajo persecución en países vecinos como Pakistán o Bangladesh, y ha sido criticada como un ataque a la Constitución laica del país y un nuevo episodio en la marginación contra la población musulmana, tal y como lo entienden sus críticos.
El Gobierno niega todas estas acusaciones y asegura que los derechos de los musulmanes permanecerán inalterados. Ello no ha impedido fuertes protestas en estados como Uttar Pradesh, que han dejado al menos 27 muertos, 175 heridos y más de 3 mil arrestos.