El presidente de Chile Sebastián Piñera en una actividad con carabineros FOTO LA HORA/ PRESIDENCIA CHILE / EUROPA PRESS

SANTIAGO/AGENCIA UNO/EP

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha pedido hoy a las fuerzas de seguridad que actúen sin «tibieza» porque se enfrentan a un «enemigo poderoso», en alusión a la violencia que ha salpicado las multitudinarias manifestaciones contra el Gobierno.

«Quiero que tengamos conciencia», ha dicho Piñera en la ceremonia de graduación de 260 inspectores de Policía. «Aquí no hay que dar espacio ni a la tibieza ni la ambigüedad ni mucho menos a la debilidad. Estamos enfrentando a un enemigo poderoso e implacable», ha subrayado.

Piñera ha enfatizado que este «enemigo» al que se ha referido «no respeta a nada ni a nadie», recordando la veintena de muertos que han dejado por ahora los disturbios y los daños a «infraestructuras básicas». Es «un enemigo que actúa con una planificación profesional y con una maldad sin límites», ha sostenido.

Así las cosas, ha considerado que en estos «tiempos muy difíciles» la sociedad chilena «necesita más que nunca los servicios de las fuerzas del orden y seguridad, la Policía y Carabineros».

Además, ha incidido en que el Congreso debe aprobar cuanto antes los proyectos de ley que ha enviado el Gobierno «para combatir a los encapuchados, a los saqueadores, a los vándalos». «Requerimos leyes más severas», ha argumentado.

En concreto, ha vuelto a defender el proyecto de ley que permitirá desplegar a las Fuerzas Armadas sin necesidad de declarar previamente el estado de emergencia para proteger «infraestructuras críticas». «En circunstancias especiales necesitamos poder contar con la colaboración de nuestras Fuerzas Armadas», ha sostenido.

Hoy el Senado ha aprobado el llamado proyecto de ley «antiencapuchados» que endurece las sanciones contra quienes cometan delitos durante actos públicos y, específicamente, contra quienes lo hagan ocultando su identidad. Las penas van desde 541 días hasta tres años de cárcel.

CRISIS EN CHILE

Las protestas en Chile estallaron el pasado 17 de octubre por la cuarta subida del precio del metro en pocos meses pero crecieron rápidamente para denunciar la desigualdad social y reclamar un cambio constitucional.

Unas 20 personas han muerto por la represión de las manifestaciones. El Instituto Nacional de Derechos Humanos, además de Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado violaciones de los Derechos Humanos a manos de las fuerzas de seguridad.

Piñera, que inicialmente respondió declarando el estado de excepción y desplegando militares, pidió perdón a los chilenos por no saber «escuchar», anunció una «agenda social» y remodeló el Gobierno para llevarla a cabo. También se ha embarcado en un proceso constituyente. Pese a ello, las protestas continúan.

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