LA PAZ, Bolivia
Europa Press/dpa
El presidente dimisionario de Bolivia, Evo Morales, ha partido en el avión presidencial desde el aeropuerto de El Alto, cerca de La Paz, con destino a la localidad de Chimoré, en el departamento de Cochabamba, donde ha asegurado que no tiene «por qué escaparse».
En una rueda de prensa, Morales ha desmentido cualquier rumor sobre una posible fuga del país tras renunciar al cargo como presidente de Bolivia y ha insistido en que continuará su lucha por los pobres desde «las bases del trópico de Cochabamba».
«Vamos a seguir desde las bases. Con seguridad. Yo vuelvo a la zona del trópico de Cochabamba para estar con mis compañeros. No tengo por qué escaparme, quiero que sepa el pueblo boliviano. No he robado a nadie. Nada. Si alguien piensa que estamos robando, que me diga, que presente una prueba, una prueba de que hemos robado», ha subrayado, según informaciones de la agencia boliviana de noticias ABI.
En este sentido, ha desafiado a la oposición, que ha exigido su salida de la Presidencia y ha destacado que el «proceso de cambio» ha llegado por la patria y no por la plata. Así, ha recalcado que una prueba de ello son las «miles de obras» que se entregaron en los últimos trece años de Gobierno.
Morales ha aprovechado la ocasión para afirmar que se mantendrá a la espera de las decisiones que se tomen en el país antes de sostener que está dispuesto a compartir experiencias de trabajo, esfuerzo y compromiso por el bien de los bolivianos.
El que fuera el primer presidente indígena del país latinoamericano ha presentado este domingo su dimisión después de que la Organización de los Estados Americanos (OEA) anunciara haber detectado irregularidades en el marco de las elecciones celebradas el pasado 20 de octubre, en las que proclamó su victoria a pesar de las denuncias de fraude por parte de la oposición.