El presidente Andrés Manuel López Obrador, en breves declaraciones a la prensa, indicó que el gabinete de Seguridad estaba reunido hoy por la tarde y que serían ellos los que informarían sobre lo sucedido en Culiacán. Foto: La Hora/AP

CIUDAD DE MÉXICO/AP

La capital del estado de Sinaloa era escenario hoy de intensos tiroteos y bloqueos viales en diversos puntos que provocaron un número indeterminado de heridos, Alfonso Durazo, secretario de Seguridad de México, confirmó la detención del hijo de El Chapo.

Al caer la tarde, el gobierno emitió un comunicado para instar a los habitantes de Culiacán a mantener la calma y a quedarse en sus casas hasta que la situación, que calificó de “alto impacto”, estuviera totalmente controlada.

Cristóbal Castañeda, secretario de Seguridad Pública estatal, dijo en Milenio Televisión que a primera hora de la tarde el ejército realizó un operativo y justo después comenzaron a llegar vehículos con gente armada a bloquear algunas calles y agredieron a las fuerzas estatales cuando acudieron al lugar.

Castañeda no dio detalles sobre el objetivo de la acción de las fuerzas armadas, pero indicó que poco después comenzó un intercambio de disparos en varios lugares y la quema de vehículos en algunas vialidades y casetas de peaje en las afueras de la ciudad, una práctica que los miembros del crimen organizado suelen utilizar para impedir la movilidad de las autoridades.

Además se fugaron entre 20 y 30 internos de la prisión de la ciudad, aunque algunos fueron detenidos poco después, agregó el funcionario, quien dijo tener reportes de heridos, sin dar cifras.

Videos y fotografías divulgadas por medios locales, como el periódico Ríodoce, mostraban camionetas con civiles armados y ametralladoras de alto calibre e intensas balaceras.

Sinaloa es la cuna del cártel del mismo nombre y cuyo líder, Joaquín “El Chapo” Guzmán, está encarcelado en Estados Unidos tras ser sentenciado a cadena perpetua por narcotráfico.

Con la tercera y última detención de “El Chapo” en 2016, hubo una lucha por el control del grupo que fue desactivada con el encarcelamiento de Dámaso López Núñez y su hijo, Dámaso López Serrano. El primero fue capturado por México y el segundo se entregó voluntariamente a las autoridades estadounidenses.

Los expertos coinciden en que las riendas del cártel, que sigue operando a pesar del encarcelamiento de su líder, están en manos de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador de la organización criminal hace tres décadas, y de dos de los hijos de El Chapo, Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán. A este último, Estados Unidos lo acusa de tráfico de drogas en Chicago y fue objeto de un secuestro por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación en 2016 en lo que los expertos consideraron un intento de esta organización por entrar en Sinaloa.

Pero otros dos hijos del capo están también en el radar de las autoridades estadounidenses: Ovidio Guzmán López y Joaquín Guzmán López han sido acusados en Estados Unidos de distribuir cocaína, metanfetaminas y marihuana de México a ese país desde 2008 a 2018, según el Departamento de Justicia.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, en breves declaraciones a la prensa, indicó que el gabinete de Seguridad estaba reunido hoy por la tarde y que serían ellos los que informarían sobre lo sucedido en Culiacán.

“El llamado a la población en estos momentos es a mantener la calma, a no salir a las calles y a estar muy pendientes de avisos oficiales sobre la evolución de estos acontecimientos”, indicó el ejecutivo sinaloense en un comunicado. “Hay un trabajo contundente de las Fuerzas Armadas en bien de la seguridad de Sinaloa y de México”.

Siguiendo estas recomendaciones, el club de fútbol de la ciudad, Dorados, informó en un comunicado que canceló su partido del jueves por la noche “por cuestiones de seguridad”.

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