Por ARITZ PARRA Associated Press
MADRID (AP) —
El líder separatista de Cataluña prometió hoy celebrar una nueva votación para separarse de España en menos de dos años mientras la región del noreste enfrenta una ola de violencia que ha empañado un movimiento orgulloso de su activismo pacífico.
“No podemos seguir en esta jaula que no deja de añadir barrotes”, dijo Quim Torrá a los legisladores en el Parlamento catalán, en Barcelona. “Es el golpe a la democracia más grande que se ha producido desde 1978. Si por poner urnas nos han condenado a 100 años de cárcel, la respuesta es clara: habrá que volver a poner urnas para la autodeterminación”.
Torrá agregó: “La violencia no nos representa, venga de donde venga”.
Las largas condenas en prisión y las multas para una docena de líderes independentistas catalanes anunciadas esta semana por el Tribunal Supremo de España detonaron algunos de los episodios más oscuros en una década de creciente sentimiento separatista.
Los disturbios han convertido áreas centrales de Barcelona, un importante destino turístico europeo, en una zona prohibida. Hoy, brigadas de limpieza estaban retirando autos carbonizados y cientos de contenedores de basura quemados utilizados como barricadas improvisadas en las calles de la capital regional, donde los enfrentamientos anoche entre jóvenes amotinados y la policía llevaron a escenas de pánico.
Las autoridades dijeron hoy que 80 personas resultaron heridas, incluidos 46 agentes de policía, y que 33 personas fueron arrestadas durante los disturbios.
La policía dijo que los manifestantes arrojaron bombas de gasolina, piedras, petardos y botellas a los agentes. Fuegos artificiales alcanzaron un helicóptero policial, aunque no causaron daños importantes. Las policías regional y nacional respondieron con balas de espuma y porras.
Las autoridades también dijeron que un joven de 17 años se está recuperando de una herida en la cabeza. Imágenes muy difundidas en redes sociales mostraban que el muchacho quedó atrapado frente a un contenedor de basura que fue embestido por una furgoneta de la policía en la ciudad de Tarragona.
Los disturbios han puesto nuevamente la atención en los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), grupos surgidos con el movimiento independentista catalán, y en una nueva plataforma de naturaleza vaga llamada Tsunami Democratic, la cual envía mensajes cifrados a través de dispositivos móviles para convocar manifestaciones de “desobediencia civil pacífica”.
España ha tomado medidas enérgicas contra los CDR, encarcelando a algunos miembros mientras los investiga por posibles delitos de terrorismo, mientras que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo ayer que la investigación está cerca de descubrir quién está detrás de Tsunami Democratic.
Esta nueva estrategia ha eclipsado a las manifestaciones tradicionales, que durante años fueron bastante pacíficas, a menudo organizadas por ANC y Omnium, dos grupos de la sociedad civil en favor de la independencia arraigados en la sociedad catalana.
En este contexto y mientras se niega a descalificar la violencia callejera, Torrá apareció en la televisión anoche y culpó de los disturbios a los provocadores. Hoy ante el Parlamento catalán, dijo el presidente de la Generalitat que estaba contra de toda violencia, “venga de donde venga”, incluyendo de la policía.
Por su parte, Sánchez _que enfrenta elecciones generales el 10 de noviembre_ culpó a «grupos organizados de extremistas» por los disturbios en Cataluña, pero descartó tomar medidas drásticas, a pesar de los llamados de los partidos rivales para que lo haga. Hoy presidió una reunión con funcionarios de inteligencia y expertos en seguridad para analizar la situación en la región noreste.
El día comenzó con nuevos cortes en carreteras, incluyendo una autovía que conecta España y Francia.
Mientras, miles de personas marchan de forma pacífica desde ayer hacia la capital regional, Barcelona, donde los estudiantes están en huelga. Los sindicados planean unirse a la protesta de mañana.