CULIACÁN/ MÉXICO /AP
Tras la localización de uno de los hijos del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, en Sinaloa, México, se desató un ambiente caótico que dejó un número indeterminado de heridos y una fuga de presos de una cárcel en esta localidad del noroeste de México.
Al caer la tarde, el gobierno estatal emitió un comunicado para instar a los habitantes de Culiacán a mantener la calma y a quedarse en sus casas hasta que la situación, que calificó de “alto impacto”, estuviera totalmente controlada, pero al anochecer el pánico se había apoderado de la población debido a la falta de información clara.
Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, emitió un video tras una reunión del Gabinete de Seguridad en el que confirmó que fuerzas federales habían localizado horas antes a Ovidio Guzmán López, pero no dejó claro si fue detenido o no, si le arrestaron y luego fue liberado o si huyó.
Sin embargo, José Luis Meza, uno de los abogados de la familia de “El Chapo”, declaró a The Associated Press que familiares de Guzmán le habían indicado que “Ovidio está vivo y está libre”, aunque dijo no tener información más detallada de lo que sucedió.
Durazo explicó que 30 elementos de la Guardia Nacional y del ejército realizaban un patrullaje cuando fueron agredidos desde una vivienda. Los militares repelieron la agresión, tomaron control del domicilio y fue entonces cuando localizaron en su interior a cuatro personas, una de ellas Guzmán López.
Sin embargo, grupos de la delincuencia organizada rodearon el lugar “con una fuerza mayor” que la de los militares y sembraron el pánico en diversos puntos de la ciudad, por lo que el gobierno federal optó por detener el operativo.
“Con el propósito de salvaguardar el bien superior de la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense los funcionarios del gabinete de seguridad acordamos suspender dichas acciones”, dijo Durazo.
Guzmán López no es uno de los hijos más conocidos de “El Chapo”, el líder del cártel de Sinaloa que en julio fue condenado en Estados Unidos a cadena perpetua por narcotráfico, pero las autoridades estadounidenses lo buscan por cargos de distribuir cocaína, metanfetaminas y marihuana de México a ese país desde 2008 a 2018 junto a su hermano Joaquín Guzmán López.
Las balaceras comenzaron en diversos puntos de la ciudad tras las acciones de las fuerzas federales, mientras en las redes sociales se difundían vídeos en los que se veían camionetas con civiles armados y ametralladoras, así como vehículos quemados en algunas vialidades y en casetas de peaje en las afueras de la ciudad, una práctica que los miembros del crimen organizado suelen utilizar para impedir la movilidad de las autoridades.
En poco tiempo Culiacán se paralizó; era imposible circular en vehículos por las calles del centro de la ciudad y un amplio perímetro alrededor de la Fiscalía General. Los disparos se escuchaban en los cuatro puntos cardinales de la ciudad mientras la policía cerraba las vialidades donde se reportaron tiroteos.