POR LUIS ANDRES HENAO /AP
BOSQUE NACIONAL JACUNDÁ, BRASIL
El presidente brasileño Jair Bolsonaro dijo ayer que Brasil sólo aceptará la oferta de ayuda internacional para combatir los incendios si el líder francés Emmanuel Macron se retracta de comentarios que le parecieron ofensivos.
Bolsonaro dijo que Macron lo llamó mentiroso y acusó al presidente francés de cuestionar la soberanía de Brasil en un momento de tensión provocada por los incendios que arrasan con la región de la Amazonía.
El líder brasileño indicó que el presidente francés tiene que retractarse de algunos comentarios “y entonces podremos hablar”.
Macron ha cuestionado la honradez de Bolsonaro y su compromiso para proteger la biodiversidad.
El fin de semana, los países que forman parte del Grupo de los Siete prometieron dar 20 millones de dólares para ayudar a combatir las llamas en la Amazonía y proteger la selva, además de otros 12 millones de dólares de Gran Bretaña y 11 millones de dólares de Canadá.
Equipados con mangueras conectadas a mochilas de goma, los bomberos brasileños en la Amazonía corrían el lunes a bordo de un camión por caminos de tierra hacia las columnas de humo luego de que un observador a bordo de un helicóptero militar los dirigió hasta un fuego de rápido avance.
Un terrateniente les abrió la puerta de una cerca de alambre de espino y comenzaron a trabajar apagando un incendio que creían que se provocó para preparar la tierra para plantar cultivos o pasto. Cuando se les acabó el agua, abrieron cortafuegos limpiando la maleza con machetes y motosierras para dejar a las llamas sin combustible.
La escena, envuelta en humo y ocurrida cerca del frondoso Bosque Nacional Jacundá en el estado amazónico de Rondonia, de la que fue testigo un equipo de The Associated Press, mostró la magnitud del desafío: apagar multitud de incendios y proteger, en el largo plazo, una vasta región descrita por los líderes mundiales como crítica para la salud del planeta.
El Instituto Nacional de Investigación Espacial del país, que monitorea la deforestación, registró más de 77 mil incendios forestales en Brasil en lo que va del año, una cifra récord desde que comenzó a llevar la cuenta en 2013. Esto supone un aumento del 85 por ciento con respecto al año pasado. Aproximadamente la mitad de los incendios se han registrado en la Amazonía, y más de la mitad de éstos, ocurrió en el último mes.
Las ayudas internacionales surgieron pese a las tensiones entre los países europeos y el presidente Bolsonaro, que acusó a las naciones adineradas de tratar a la región como una “colonia” y sugirió que Occidente quiere explotar los recursos naturales del país.
Pero los fondos, que son considerados ampliamente como una ayuda crítica, siguen siendo una cantidad insignificante para lidiar con una crisis ambiental que amenaza lo que el presidente Macron llamó «los pulmones del planeta».
El equipo de la AP condujo durante horas por un tramo a las afueras de la capital de Rondonia, Porto Velho, sin avistar incendios importantes, lo que sugiere que muchos se habían extinguido o consumido desde su rápido avance en las últimas semanas. Muchos fuegos se registraron en zonas ya deforestadas para limpiar la tierra para la agricultura y la ganadería.
Aun así, el humo seguía saliendo de los campos y matas calcinados, cubriendo el cielo. El aeropuerto de Porto Velho estuvo cerrado por más de una hora en la mañana del lunes debido a la escasa visibilidad causada por los incendios.
Presionado por la comunidad internacional para actuar, Bolsonaro dijo que podría visitar la región amazónica esta semana para revisar los esfuerzos de extinción y que movilizaría a 44.000 soldados para luchar contra las llamas. Sin embargo, la presencia militar sobre el terreno parecía escasa el lunes, con apenas unos soldados patrullando las carreteras y echando una mano.
Al amanecer, el sol abrasador estaba oculto por una espesa capa de humo que cubría el horizonte como si de niebla se tratase. Los camiones cargados con madera fresca circulaban por un camino que atravesaba fincas donde los montones de ceniza se acumulaban junto a troncos carbonizados.
Alrededor del 60% de la Amazonía se ubica en territorio brasileño, aunque la vasta región forestal también abarca partes de Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, la Guyana Francesa, Guyana, Perú y Surinam. Sus selvas tropicales absorben dióxido de carbono de la atmósfera y los ambientalistas las describen como una defensa crítica contra el cambio climático.
El mayor del ejército Fabio da Paixão Pinheiro dijo el lunes en la mañana que las autoridades determinaron que los incendios alrededor de Porto Velho se redujeron por las lluvias caídas en los últimos dos días.
Pero cerca del Bosque Nacional Jacundá, los truenos retumbaban mientras los bomberos trataban para sofocar el fuego seguía activo al anochecer.
Un bombero rezó para que lloviese mientras se ponía una máscara protectora. A su alrededor, el intenso olor a madera quemada impregnaba el aire y dificultaba la respiración.