POR WILL WEISSERT
WASHINGTON
El precandidato presidencial demócrata Beto O’Rourke reanudará mañana su campaña, luego de suspenderla por unos días para consolar a su pueblo natal de El Paso, Texas, tras la masacre ocurrida allí.
El ex congresista demócrata por Texas declaró que pronunciará en El Paso «un discurso importante» sobre “el camino hacia adelante… para el futuro de nuestro de país” para su campaña con vistas a las elecciones de 2020.
O’Rourke estaba en Nevada el 3 de agosto pero suspendió su campaña luego de que un hombre hostil a los inmigrantes mexicanos mató a 22 personas en un Walmart de El Paso.
Desde entonces, O’Rourke ha tratado de brindar consuelo a su ciudad, pero al hacerlo tuvo que cancelar eventos en California, Colorado e incluso en Iowa, el primer estado de votaciones internas y en el que estuvieron todos los demás aspirantes a la nominación presidencial demócrata.
La cancelación de los eventos en Iowa suscitó rumores de que O’Rourke abandonaría la contienda y regresaría a Texas para postularse como senador contra el republicano John Cornyn, quien busca la reelección. O’Rourke, quien saltó a la fama tras casi derrotar al republicano Ted Cruz el año pasado, lanzó su candidatura presidencial en medio de grandes expectativas y abundantes fondos, pero ambos han decaído.
Aun así su jefa de campaña Jen O’Malley Dillon desestimó esa posibilidad, diciendo en un comunicado a la AP: «Ahora más que nunca, este país necesita el liderazgo honesto que Beto continúa demostrando, y es por eso que él está en campaña para la Presidencia».
Además, allegados de O’Rourke han dicho en privado que la masacre de El Paso más bien ha fortalecido su voluntad para llegar a la Presidencia, pues el candidato considera que el mandatario actual Donald Trump es en parte responsable de la violencia.
En un artículo para CNN, O’Rourke denunció que el autor de la masacre manejó más de 965 kilómetros (600 millas) para «cazar y matar a hispanos» y “siguió el camino de vil inspiración que se remonta desde los más sombríos capítulos de nuestra historia hasta la Casa Blanca de hoy”. Trump atribuye la violencia a los videojuegos y a enfermedades mentales.
“Es responsabilidad de todos, de manera individual y por medio de instituciones como la prensa y el Congreso, decidir qué cuál será el carácter de nuestra nación en este decisivo momento de la verdad”, escribió O’Rourke en su artículo.