El general César Milani. Foto la hora: Rodrigo Abd/Ap.

BUENOS AIRES
Agencia (AP)

El exjefe del ejército argentino César Milani fue absuelto en un juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

Milani había sido titular del arma durante el segundo mandato de Cristina Fernández (2007-2015). Estaba detenido desde 2017 y era juzgado desde mayo en la norteña provincia de La Rioja por los secuestros y tortura de Pedro Olivera y su hijo Ramón Olivera en 1977.

Con el voto de dos de sus tres miembros, un tribunal oral absolvió al militar de los delitos de privación ilegítima de la libertad, allanamiento ilegal, imposición de tormentos agravados y asociación ilícita y dispuso su inmediata libertad.

Antes de conocerse la sentencia, Milani había proclamado su inocencia al pronunciar sus últimas palabras.

Las querellas de la familia Olivera y de la Secretaría de Derechos Humanos habían solicitado 18 y 20 años de prisión.

Según la querella, Milani había formado parte de un grupo de inteligencia que se movía con autonomía y que participaba de detenciones y torturas durante el régimen de facto de 1976 a 1983.

Las sospechas sobre la actuación de Milani durante el régimen militar, uno de los más sangrientos de América Latina con 30 mil desaparecidos según organismos de derechos humanos, salieron a la luz poco después de asumir el mando del ejército.

La exmandataria, quien hizo de la defensa de los derechos humanos y el juzgamiento de los crímenes de lesa humanidad una bandera de su gestión, desoyó las demandas por la remoción del militar, quien renunció finalmente en junio de 2015 alegando razones personales.

En el momento de los hechos por los que fue juzgado, Milani era un joven subteniente que prestaba servicios en un batallón de La Rioja.

Pedro Olivera fue secuestrado en marzo de 1977 en su casa de la capital de La Rioja y permaneció desaparecido durante dos días en los que dijo haber sido torturado. Después de ser liberado con una hemiplejia, causada presuntamente por los tomentos, se llevaron a su hijo.

Pedro Olivera falleció en libertad tiempo después y su hijo estuvo retenido durante más de cuatro años.

Este no es el único proceso judicial que enfrenta Milani vinculado a su accionar durante la dictadura. Está imputado por la desaparición del soldado Alberto Agapito Ledo en 1976 en la provincia de Tucumán, también en el norte de Argentina, y de enriquecimiento ilícito.

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