WASHINGTON
AP

El Congreso intenta evitar un cierre parcial del gobierno el próximo viernes causado por la insistencia del presidente Donald Trump en obtener financiamiento para un muro en la frontera sur. Pero el calendario no parece dar ningún indicio luego de que los legisladores salieron de la ciudad a la espera del próximo movimiento de la Casa Blanca.

La Cámara de Representantes se tomará un fin de semana de cinco días y volverá a la actividad la noche del miércoles. El senado regresa el lunes luego de una ausencia de tres días.

El turno le corresponde a Trump, señalan ambas partes, y el mandatario se reunió ayer con altos asesores para discutir su estrategia presupuestaria. Existe cierta expectativa en el Capitolio de que pronto entrará en contacto con los legisladores para hacerles una propuesta.

El presidente dijo esta semana que estaría “orgulloso” de cerrar el gobierno por los 5 mil millones de dólares que quiere para la construcción del muro fronterizo, pero ha adoptado una postura menos rígida desde entonces. “No hagamos un cierre, ¡demócratas hagan lo correcto para el pueblo estadounidense!”, tuiteó. Pero Trump no cuenta con los votos suficientes en el Congreso –pese a que los republicano son mayoría– para respaldar el financiamiento del muro al nivel deseado.

Durante una ríspida reunión en la Casa Blanca, los líderes demócratas en el Congreso, el senador Chuck Schumer y la representante Nancy Pelosi, le presentaron una contraoferta que no supera los 1,600 millones de dólares pero que cuenta con apoyo bipartidista en el Senado. El fondo no se destinaría a un muro, sino a mejorar el cercado e implementar otro tipo de seguridad fronteriza. Los demócratas también ofrecieron mantener el financiamiento actual de 1,300 millones.

Sin una resolución, algunos sectores del gobierno federal tendrán que detener operaciones a la medianoche del 21 de diciembre.

Trump se reunió ayer con la directora de asuntos legislativos, Shahira Knight, y el director de presupuesto Mick Mulvaney, para discutir una estrategia. Algunos asistentes de la Casa Blanca quedaron sorprendidos con la postura de Trump a favor de un cierre de funciones durante su encuentro con la cúpula demócrata, aunque otros argumentaron que se trató tan solo de otro ejemplo de Trump defendiendo sus promesas de campaña.

“El Presidente dejó todo muy claro: Quiere un muro fronterizo. Quiere seguridad en la frontera. Quiere proteger al pueblo estadounidense”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Hogan Gidley, ayer.

Aunque Trump ha impulsado desde hace tiempo la construcción de un muro en la frontera con México, parte central de su campaña presidencial, los legisladores republicanos nunca han estado completamente de acuerdo con el plan, y es mucho menos factible que consigan los votos necesarios después que perdieron la mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre pasado.

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