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Brasilia/dpa

El Ministerio de Salud de Brasil aseguró hoy que ya ocupó el 84 por ciento de las más de 8 mil plazas para médicos que abrió hace unos días a convocatoria pública, después de que Cuba anunciara su salida del programa de cooperación «Más Médicos».

Un total de «7,154 profesionales ya están ubicados en los municipios para actuación inmediata», señaló el ministerio en un comunicado.

Según las autoridades, a las 8,517 plazas abiertas la semana pasada a concurso público para trabajar en áreas pobres del gigante sudamericano se presentaron casi 20 mil postulantes.

El Gobierno brasileño tomó la medida como respuesta a la salida paulatina de más de 8 mil 300 médicos cubanos, después de que la isla socialista empezara a retirar a su personal tras una disputa con el próximo presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

El conflicto, que amenaza con dejar sin atención sanitaria a millones de brasileños, tiene un fuerte componente ideológico.

Bolsonaro, que asume el cargo el 1 de enero, exigió a la «dictadura cubana» que pague los salarios íntegros a los médicos y que les permita llevar a sus familias mientras estén en Brasil, así como que convaliden sus títulos según las leyes brasileñas.

El Gobierno de La Habana, por su parte, acusa a Bolsonaro de referirse de forma «despectiva» e «insultante» a sus médicos, y de querer cambiar las condiciones del contrato entre ambos países.

«Más Médicos» es un programa creado en 2013 durante el Gobierno de la izquierdista Dilma Rousseff para llevar atención sanitaria a las zonas más pobres y desfavorecidas de Brasil.

Hasta ahora, gran parte de los 18 mil médicos que trabajan en él eran cubanos llegados a través de un convenio firmado con intermediación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Pese a que el programa atendió a unos 63 millones de brasileños desde el comienzo, según cifras oficiales, «Más Médicos» es controvertido por las condiciones de trabajo de los cubanos.

Brasil paga unos 3 mil 500 dólares mensuales por cada médico, aunque los cubanos reciben sólo entre 700 y 900 dólares. El resto va a las arcas del Gobierno de La Habana, que justifica la medida diciendo que los ingresos sirven para financiar el sistema de salud gratuito de la isla.

Algunas deserciones de médicos que abandonaron las misiones en Brasil para intentar firmar contratos por su cuenta alimentaron la polémica en los últimos años.

Grupos locales brasileños alertaron en los últimos días sobre el peligro de un «apagón sanitario» en algunas regiones del país por la salida de los cubanos.

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