Madrid/dpa

La iglesia Católica española reconoció hoy los escándalos de abusos sexuales a menores perpetrados en su seno y transmitió su «firme decisión de erradicarlos», aunque rechazó al mismo tiempo caer en «sospechas sin fundamento» sobre el clero.

«La Iglesia reconoce abiertamente los abusos de diversa índole y tiene la firme decisión de erradicarlos», señaló el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, al inaugurar hoy en Madrid la CXII Asamblea Plenaria de los obispos.

El también arzobispo de Valladolid citó en ese sentido varios puntos del documento final de la Asamblea del Sínodo episcopal realizada en octubre.

«Los diversos tipos de abuso realizados por algunos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos provocan en quienes son víctimas, entre los cuales hay muchos jóvenes, sufrimientos que pueden durar toda la vida y a los que ningún arrepentimiento puede poner remedio», leyó Blázquez.

En ese contexto, reconoció «la honda conmoción y el comprensible escándalo» suscitado por las denuncias y alertó de que «no se deben encubrir los abusos ni darles una respuesta equivocada».

El presidente de la CEE agradeció a las víctimas de abusos por su «valentía al denunciarlos» y aseguró que «ayudan a la Iglesia a tomar conciencia de cuanto ha ocurrido y de la necesidad de reaccionar con decisión».

Al mismo tiempo, agradeció también «la dedicación paciente de tantos cristianos, ministros, consagrados y laicos» y pidió evitar que se ponga en duda a toda la comunidad. «No es legítimo abrigar sospechas sin fundamento», subrayó.

Los escándalos de abusos sexuales en la Iglesia salpican también a España, donde se denunciaron también intentos de encubrimiento incluso desde su seno. El vicario judicial Gil José Sáez Martínez aseguró recientemente al diario «El País» que «por supuesto» la Iglesia española y de otras partes del mundo silenciaron casos.

Después de que el papa Francisco trajera a primer plano el tema y convocara a todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo a fines de febrero para tratar los escándalos, la Iglesia española creó en octubre una nueva comisión de trabajo para actualizar protocolos de actuación y prevención.

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