POR KATHLEEN RONAYNE Y ANDREW SELSKY/AP
Paradise, California, EE.UU.

Con al menos 130 personas desaparecidas, tropas de la Guardia Nacional buscaban más víctimas entre los escombros calcinados del incendio forestal más letal en la historia de California, mientras que altos funcionarios federales y estatales recorrían las ruinas de una comunidad que quedó totalmente destruida.

El secretario del Interior Ryan Zinke acompañó ayer al gobernador Jerry Brown en un recorrido por la localidad de Paradise, diciéndoles a los reporteros que nunca había visto tal destrucción a causa de un incendio.

“Ahora no es el momento para señalar culpables”, dijo Zinke. “Existen muchas razones por las que están sucediendo estos catastróficos incendios”. Mencionó las temperaturas más elevadas, los árboles muertos y la mala administración forestal.

Brown, crítico frecuente de las políticas del presidente Donald Trump, dijo que habló con el mandatario, quien prometió dar asistencia federal.

“Es tan devastador que en realidad no tengo palabras para describirlo”, dijo Brown, quien señaló que las autoridades necesitan aprender cómo prevenir mejor que los incendios se vuelvan tan letales.

Casi 8 mil 800 casas quedaron destruidas después de que las llamas alcanzaron Paradise _un excampamento de mineros de oro popular entre los jubilados_ el pasado 8 de noviembre, matando a por lo menos 56 personas en el incendio forestal más letal en la historia del estado, informó el miércoles el jefe de policía Kory Honea. También se registraron tres decesos en otras conflagraciones en el sur de California.

Honea dijo que las labores de búsqueda de cuerpos son tan extensas que su oficina trajo el miércoles a otras 287 personas para buscar, entre ellas tropas de la Guardia Nacional, con lo que la cifra de individuos que están participando ascendió a 461 y 22 perros entrenados. Se prevé que pronto esté listo un sistema para cotejar ADN a fin de acelerar la identificación de los cuerpos, aunque las autoridades han identificado de manera tentativa a 47 de las 56 víctimas.

Tomará años reconstruir la población de 27 mil habitantes, en caso de que la gente decida que eso es lo que debe hacerse, dijo Brock Long, administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias. El pueblo al pie de la Sierra Nevada luce desolado.

“Prácticamente tendría que reconstruirse toda la infraestructura”, dijo Long. “No podremos reconstruir Paradise como estaba antes”.

Se traerán escuelas y hospitales temporales, dijo Long. Las autoridades también procuran traer más casas rodantes para las miles de personas que perdieron su vivienda.

El retiro de escombros en Paradise y las comunidades cercanas tendrá que esperar hasta que concluya la búsqueda de víctimas, dijo.

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