Ciudad Hidalgo/dpa
Miles de migrantes hondureños amanecieron en el puente que separa México y Guatemala, a la espera de poder cruzar a territorio mexicano, pero algunos optaron por subirse a autobuses para regresar a Honduras o cruzaron por el río Suchiate, informaron hoy las autoridades.
«Hay gente en el puente, cuántos no sabemos exactamente», dijo a dpa la alcaldesa del municipio de Suchiate, Sonia Eloina Hernández Aguilar, vía telefónica.
«Pero también corre un rumor, y ya no se quieren venir para Tapachula en México, porque dicen que en el refugio de Tapachula (donde son llevados por las autoridades migratorias) no los están dejando salir», señaló.
En México los migrantes pueden solicitar refugio, pero en ese caso deben permanecer detenidos hasta tres meses hasta que haya una resolución.
Aguilar dijo que algunos prefieren cruzar por el río Suchiate, límite entre los dos países, porque no quieren ser fichados por las autoridades mexicanas. Durante la noche varios cientos pudieron cruzar la frontera de manera controlada para que sus casos sean analizados.
Al mismo tiempo, algunas decenas de hondureños decidieron tomar autobuses puestos a disposición por las autoridades de Guatemala para regresar a su país.
«Esta madrugada, hondureños que pretendían cruzar la frontera Guatemala-México, decidieron retornar a su país voluntariamente en un bus», informó la Policía Nacional Civil de Guatemala en Twitter. Al menos 18 optaron por irse.
«Custodiados por agentes de nuestra Policía Nacional Civil, los ciudadanos hondureños viajan en un bus de transporte colectivo, el cual hará varias escalas durante la ruta para comodidad de los migrantes que esperan retornar a su patria», informó la Policía.
Unos 5 mil a 6 mil migrantes, de acuerdo con fuentes oficiales, llegaron ayer hasta la frontera con México. Muchos pretenden seguir viaje hasta Estados Unidos.
Muchos están ahora en un albergue de Tapachula, adonde fueron llevados por el Instituto Nacional de Migración. En el municipio de Suchiate, donde se encuentra Ciudad Hidalgo, hay unas 2 mil 900 a 3 mil personas en albergues de las que muchas entraron por su propia cuenta a través del río, dijo la alcaldesa a dpa.
Tras un intento de traspasar de manera violenta la frontera ayer, la caravana de hondureños fue contenida por la Policía Federal mexicana que había sido apostada sin armas en la frontera. Los policías usaron gases lacrimógenos, usaron los escudos como contención e hicieron llamados al orden por megáfonos.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo la noche de ayer en un mensaje transmitido en video que México tomó medidas para atender a los migrantes, pero que no permitirá el ingreso desordenado.
«Buscamos en todo momento que la migración sea segura, regular y ordenada», dijo. Peña Nieto condenó los incidentes violentos que dejaron a varios policías lesionados. «Como cualquier país soberano México no permite ni permitirá el ingreso a su territorio de manera irregular ni mucho menos de manera violenta», advirtió.