Por Pol O Gradaigh
París,
Agencia dpa

El presidente francés, Emmanuel Macron, designó hoy nuevo ministro de Medio Ambiente al presidente de la Asamblea Nacional, François de Rugy, el mismo día en el que también renunció la titular de Deportes.

La decisión al frente de Medio Ambiente se tomó una semana después de la dimisión en vivo, durante una entrevista en un medio, del conocido ecologista Nicolas Hulot, de 63 años, quien aseguró que el Gobierno no estaba haciendo lo suficiente en materia de protección del planeta.

El nombramiento de Rugy, de 44 años, tiene un gran peso simbólico porque estuvo diez años a las órdenes de Hulot como diputado del partido verde y es un peso pesado de la Asamblea. Todo apunta pues a que el presidente de centro-derecha quiere subrayar que sigue comprometido con los asuntos medioambientales.

Sin embargo, el anuncio se vio ensombrecido por otra renuncia de gran calado, la de la ministra de Deportes, Laura Flessel, quien alegó motivos personales. Flessel y Hulot eran los ministros más populares del Gobierno de Macron.

La dirigente, de 46 años, ganadora de varias medallas de oro en esgrima y originaria de la región caribeña de Guadalupe, afirma que «seguirá siendo un miembro leal del equipo del presidente y del primero ministro» pero que quiere «regresar a anteriores compromisos» y centrarse en la cooperación internacional y solidaria.

El Elíseo anunció de inmediato a su sucesora, otra deportista de élite, la ex nadadora y medallista de 200 metros espalda Roxana Maracineanu, de 43 años.

La partida de los ministros llega en un momento malo para Macron en las encuestas de opinión, tras un escándalo con un guardaespaldas que presuntamente golpeó a un manifestante y modestos resultados económicos.

El resto del gabinete se mantiene, pero también está en una situación complicada la ministra de Cultura, Françoise Nyssen, quien desde hace semanas protagoniza titulares por haber realizado al parecer obras sin permiso en la editorial que dirigía.

Este verano boreal ha sido difícil para el Ejecutivo, que tuvo que posponer un debate parlamentario sobre reformas constitucionales previstas en medio de la crisis por el guardaespaldas de Macron Alexandre Benalla, que habría pegado a un opositor durante las marchas del 1 de Mayo.

El índice de apoyo a Macron cayó a un 31 por ciento en una encuesta de Ifop publicada hoy en la revista «Paris Match». Sin embargo, sus predecesores, el socialista François Hollande y el conservador Nicolas Sarkozy, también vieron disminuir su popularidad en un grado similar.

El mandato de Macron no está en peligro, ya que la Constitución le garantiza cinco años en el Elíseo y tiene una amplia mayoría en la Asamblea Nacional.

La situación económica tampoco es sencilla. El mes pasado, el primer ministro, Edouard Philippe, confirmó que el Gobierno basará su proyecto de presupuesto para 2019 en un crecimiento de sólo un 1,7% del producto interno bruto (PIB). Previamente había calculado un 1,9%.

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