Río de Janeiro,
Agencia dpa

El presidente de Brasil, Michel Temer, señaló hoy que su Gobierno evalúa la posibilidad de limitar el acceso a migrantes venezolanos como una forma de afrontar el éxodo masivo que afecta a toda la región.

La opción fue discutida en las reuniones que su Gobierno celebró ayer para hablar de la crisis migratoria, dijo Temer a la emisora local Radio Jornal.

El mecanismo planteado prevé entregar fichas a los cientos de venezolanos que entran a diario a Brasil por el norteño estado de Roraima y limitar así su número, explicó el mandatario.

Es una medida «que tal vez pueda ser tomada», dijo. «Ellos (los funcionarios) piensan en, quién sabe, entregar fichas de manera que entren 100, 150, 200 cada día, que cada día entre un determinado número, para organizar más esas entradas», agregó.

«Ahora entran 700, 800 cada día. Y eso está creando problemas hasta para la vacunación», aseguró también Temer sobre la actual llegada masiva de venezolanos a Roraima.

«Es inadmisible lo que está ocurriendo en Venezuela», dijo. «Está poniendo en desarmonía a todo el continente», comentó sobre la grave crisis económica y social en el país vecino.

La emigración masiva desde Venezuela ha puesto a Sudamérica ante la que podría ser la mayor crisis de refugiados de su historia. Según cifras del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), unos 2.3 millones de venezolanos han dejado en tanto su país debido a la hiperinflación y la falta de alimentos y medicinas.

Colombia, Perú y Ecuador son algunos de los países que más migrantes recibieron en los últimos meses. En Brasil, la llegada se concentra en Roraima, el estado de menor población del gigante sudamericano.

Hace 11 días se registraron incidentes xenófobos en la localidad fronteriza brasileña de Paracaima. Varios habitantes locales destruyeron los campamentos donde vivían venezolanos después de que un comerciante brasileño fueron asaltado presuntamente por migrantes.

Roraima cifra en más de 50 mil el número de venezolanos asentados en su territorio y pide un cierre temporal de la frontera, alegando que la migración masiva está colapsando sus servicios públicos.

Muchos migrantes viven en la calle, sobre todo en la capital regional, Boa Vista.

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