Buenos Aires
Agencia dpa
La senadora y ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner se presentó hoy en los tribunales federales de Buenos Aires para declarar por los «cuadernos de la corrupción», que revelaron una supuesta trama de pago de sobornos de empresarios a funcionarios kirchneristas.
Kirchner arribó a las 09:35 horas (12:35 GMT) al edificio judicial escoltada por policías y en seguida se dirigió hacia el juzgado de Claudio Bonadío, el juez que lleva adelante la investigación.
Según fuentes judiciales, Kirchner, de 65 años, tiene previsto presentarle al juez un escrito en el que negará su presunta vinculación al caso.
El escándalo cobra día a día dimensiones mayores con la confesión de importantes empresarios de que hicieron pagos ilegales al poder durante las presidencias de Fernández (2007-2015) y la de su fallecido esposo, Néstor Kirchner (2003-2007).
La Justicia investiga si ambos ex mandatarios lideraron una supuesta asociación ilícita que cobraba sobornos a cambio del otorgamiento de contratos de obras públicas, según precisó en su momento el fiscal Carlos Stornelli.
Kirchner afronta desde que dejó el poder varias causas judiciales en su contra y la mayoría de ellas se encuentran bajo investigación de Bonadío.
En diciembre pasado, el juez la procesó e imputó por el delito de encubrimiento de un grupo de ciudadanos acusados de atentar contra la sede de la mutual judía AMIA en Buenos Aires en 1994, que causó la muerte de 85 personas y cientos de heridos.
Kirchner no fue detenida aún en las diferentes investigaciones porque goza de inmunidad parlamentaria como senadora del frente peronista Unidad Ciudadana. La ex mandataria no hizo aún declaraciones públicas sobre el tema.
La investigación judicial se basa en los ocho cuadernos escritos entre 2005 y 2015 por Oscar Centeno, el chofer del ex «número dos» de Planificación Federal Roberto Baratta.
Allí, el chofer describió entre 2005 y 2015 el presunto pago de fondos por parte de empresarios a entonces funcionarios. Escribió además que los supuestos sobornos eran llevados a la residencia presidencial oficial, la vivienda particular de los Kirchner u oficinas oficiales, según la investigación revelada por el diario «La Nación».