POR ELLIOT SPAGAT, COLLEEN LONG Y ANITA SNOW/AP
SAN DIEGO

Los tímidos niños recibieron una comida y un pasaje de avión o autobús a ubicaciones alrededor de Estados Unidos, mientras organizaciones sin fines de lucro intentaban suavizar el paso para que los niños se reúnan con sus padres luego de ser separados en la frontera entre México y Estados Unidos.

El gobierno del presidente Donald Trump dijo ayer que más de 1 mil 800 niños de 5 años o más han sido reunidos con sus padres o tutores horas después de la fecha límite. Eso incluye a 1 mil 442 niños que fueron regresados a sus padres que están detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos y otros 378 que fueron liberados bajo una variedad de circunstancias distintas.

Sin embargo, más de 700 menores permanecen separados, incluidos 431 cuyos padres fueron deportados, informaron las autoridades. Esas reuniones podría tomar tiempo, esfuerzo y trámites burocráticos mientras las autoridades llevan vía aérea a los niños de regreso a Guatemala, El Salvador y Honduras.

La mañana de hoy, funcionarios de Seguridad Nacional dijeron que habían reunido a todos los padres aptos con sus hijos, pero señalaron que muchos otros no lo eran porque habían sido liberados de detención inmigratoria, están en sus países de origen u optaron por no ser reunidos.

No se dieron a conocer los números, pero se espera que nuevos datos sean develados en una audiencia en San Diego convocada por el juez que supervisa el proceso.

“El gobierno continuará haciendo todos los esfuerzos para reunir a adultos aptos con sus hijos”, informó Seguridad Nacional en un comunicado.

Ahora el juez federal en San Diego, quien ordenó las reuniones, deberá decidir cómo lidiar con los cientos de niños que permanecen separados porque sus padres han sido deportados, así como cuánto tiempo, si alguno, se debe permitir para que los padres de familias reunidas presenten peticiones de asilo.

Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles que representa a los padres, expresó ayer que no era claro cuánto tiempo tardarían en encontrar a los padres que fueron regresados a su país de origen. “Creo que será un trabajo de investigación muy pesado y con suerte los encontraremos”, dijo.

El juez Dana Sabraw también considera la petición de ACLU de ofrecer a los padres reunificados al menos una semana para considerar si desean pedir asilo. El gobierno se opone al tiempo de espera y Sabraw ha suspendido la deportación de familias reunidas mientras se toma una decisión.

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