Ginebra,
Agencia dpa

Desde el 1 de enero de este año murieron tratando de cruzar el Mediterráneo mil 405 personas, informó hoy en Ginebra la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un 40 por ciento más de lo que la propia OIM había estimado ayer.

La cifra aumentó no porque haya habido nuevas tragedias, sino porque apenas ahora se han conseguido verificar los números de desaparecidos de accidentes ocurridos el 19 y 20 de junio, explicó la organización. En esos dos días murieron al menos 215 personas en tres naufragios.

Las nuevas cifras también recogen las muertes de al menos 218 personas que perdieron la vida desde el pasado viernes. Ese día naufragó un barco con migrantes al norte de Trípoli, Libia, y posiblemente murieron 104 personas, según la OIM. El domingo se hundió otra embarcación al este de Trípoli y probablemente dejó 114 víctimas mortales.

En 2017 en el mismo período de tiempo murieron 2,268 personas, muy por encima de la cifra de este año.

En total se redujo la cifra de llegadas a Europa por las distintas rutas del mar Mediterráneo. Hasta el 1 de julio de 2018 llegaron 45,808 personas, menos de la mitad que en el mismo período de 2017, cuando arribaron 100,923 personas.

Según esta estadística, en Italia disminuyó de forma clara el número de llegadas pero en España y Grecia aumentó drásticamente. A Italia llegaron hasta el 1 de julio 16,585 personas, un 80 por ciento menos que el año pasado. En Grecia la cifra se duplicó hasta las 13,507 personas y en España las llegadas aumentaron casi un 140 por ciento, hasta las 15,426 personas.

El italiano Matteo Villa, miembro del think tank ISPI que investiga este tema, da tres razones para el fuerte crecimiento de las muertes en el mar.

En primer lugar señala que las ONG están realizando muchos menos rescates después de que el Gobierno italiano prohibiese a sus barcos atracar en puertos italianos.

En segundo lugar, los cargueros son reticentes a rescatar inmigrantes porque conllevan costosos desvíos de la ruta con inmigrantes a bordo y se les hace esperar días para poder llegar a puerto, siguió Villa.

Y tercero, la guardia costera libia no cuenta con el suficiente personal ni equipamiento, añadió.

A última hora de ayer el Gobierno italiano anunció que donaría doce barcos adicionales a la guardia costar libia, aparte de los que ya le cedió el año pasado.

El ministro del Interior, Matteo Salvini, dijo en declaraciones a la televisión estatal RAI que su país seguirá abierto para los verdaderos refugiados. Al resto no se le debería dejar partir. «El objetivo es llegar a cero salidas y por lo tanto cero víctimas», añadió.

En tanto, seis grupos de ayuda a los inmigrantes denunciaron que número de niños y adolescentes extranjeros retenidos en centros de detención en Francia y pendientes de su deportación aumentó un 70 por ciento el año pasado.

Unos 304 niños de 147 familias fueron detenidos en 2017, frente a los 179 de 2016. El número es el más alto registrado desde 2011, según el informe.

El aumento se produce pese a que Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado repetidas veces a Francia en los últimos años por las detenciones excesivamente prolongadas de niños inmigrantes.

El informe destaca que casi el 70 por ciento de las detenciones fueron organizadas para deportar a la familia a otro país de la Unión Europea (UE) en el que había estado antes.

Artículo anteriorMatan a dos alcaldes en días consecutivos en Filipinas
Artículo siguienteLinares Beltranena propone hasta 12 años por  robo de energía eléctrica