Por agencia/dpa
Managua

Al cumplirse hoy dos meses del inicio de la crisis en Nicaragua, el presidente Daniel Ortega negoció con el Gobierno de Estados Unidos un adelanto de elecciones y su salida del poder, aseguró el escritor Sergio Ramírez, quien fue vicepresidente durante la revolución sandinista de 1980.

En entrevista al programa “Esta Semana” del canal 12 de televisión, el laureado novelista, Premio Cervantes 2017, dijo que este acuerdo se tomó en tres reuniones que Ortega tuvo en Managua con un enviado del Senado, avalado por el Departamento de Estado.

“Es con Estados Unidos con quien el presidente Ortega negoció su salida”, dijo Ramírez. Agregó que sus principales delegados en el diálogo nacional, que prosigue este lunes, y las bases del Frente Sandinista no habían sido informados de ese acuerdo.

En sus reuniones con Caleb McCarry, enviado por el poderoso presidente de la Comisión de Exteriores del Senado, Bob Corker, Ortega habría aceptado adelantar a marzo de 2019 las elecciones de 2021 a cambio de garantías para su patrimonio e inmunidad personal y para su familia, según trascendió.

A las reuniones asistieron también la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, y varios de los hijos de ambos, comentó el autor de “Castigo Divino” y “Sara” entre una vasta obra literaria.

Ramírez recordó que en la historia de Nicaragua los caudillos han salido del poder mediante presiones de Washington, como el liberal José Santos Zelaya, expulsado en 1909, y el dictador Anastasio Somoza, derrocado en 1979 por los sandinistas y con una “presión determinante” del entonces presidente Jimmy Carter.

“Y otra vez, Estados Unidos está de por medio” ahora, añadió.

En el mismo sentido, la periodista Cristiana Chamorro escribió en su cuenta de Twitter: “Ortega y Murillo negociaron su rendición con enviado de USA, de espaldas a Ejército y Policía. En el diálogo aceptaron discutir calendario para entrega del poder. Al igual que Somoza, los gobernantes no plantearon protección a fuerzas armadas y ‘danielistas’.”

Según Sergio Ramírez, no será posible que Ortega permanezca en la presidencia hasta marzo próximo, debido al malestar de la población por los asesinatos de más de 200 personas, en su mayoría jóvenes, que han sido atribuidos a policías y paramilitares.

“Doscientos muertos es una cifra demasiado elevada como para pensar en una convivencia pacífica entre los ciudadanos y el Gobierno”, consideró.

A eso se suma la situación de aguda ingobernabilidad: protestas ciudadanas y “tranques” (bloqueos de carreteras), paralización de la economía y ataques de grupos armados paramilitares que se movilizan en todo el país.

“El país está trancado, la economía está trancada, el tránsito de mercancías y de personas están trancados (…) Es inviable que él pueda permanecer presidiendo el Gobierno hasta que se den nuevas elecciones”, dijo.

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