Por CALVIN WOODWARD y ELLIOT SPAGAT
WASHINGTON
Agencia (AP)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no asume la responsabilidad por los efectos de una política de inmigración que separa a los niños de sus padres detenidos por cruzar de forma ilegal la frontera de México con Estados Unidos. El mandatario insiste en culpar a una legislación “demócrata” por la separación de familias, aunque esa ley no existe.

En declaraciones a periodistas y en una entrevista con Fox News, mantuvo un argumento que ha hecho, falsamente y durante semanas, al responsabilizar a los demócratas por la separación de familias migrantes.

TRUMP AYER:

“Los demócratas impusieron esa ley a nuestro país. La odio. Odio ver la separación de padres y niños”.
“Odio que se esté separando a los niños. Los demócratas tienen que cambiar su ley. Es su ley”.
“Es la ley de los demócratas. Podemos cambiarla esta noche. Podemos cambiarla ahora mismo”.

“Eso es una ley demócrata. Eso son los demócratas que querían hacer eso y podrían resolverlo con mucha facilidad poniéndose de acuerdo”.

“Esa es la ley y es la que nos dieron los demócratas y estamos dispuestos a cambiarla hoy si quieren implicarse y negociar, pero simplemente no quieren negociar”.

LOS HECHOS

Repetir la afirmación no la convierte en cierta. La separación de familias se debe a la política de “tolerancia cero” del gobierno de Trump. Ninguna ley la impone.

“Tolerancia cero” significa que cuando se descubre a una familia entrando de forma clandestina en Estados Unidos, ahora los padres son derivados de forma rutinaria para su procesamiento penal, aunque tengan pocos o ningún delito anterior. Eso suele significar detención para los adultos a la espera de juicio. Según los protocolos estadounidenses, si los padres son encarcelados se les separa de sus hijos porque los niños no están acusados de ningún delito.

Aunque la política se anunció en primavera, por lo general estas familias eran derivadas a procesos civiles de deportación, que no requerían separación.

La política de tolerancia cero se anunció el 6 de abril y se puso en marcha en mayo. Desde el 19 de abril al 31 de mayo, 1 mil 995 niños fueron separados de 1 mil 940 adultos, según estadísticas de Seguridad Nacional a las que tuvo acceso The Associated Press. Las cifras son para personas que intentaron entrar en Estados Unidos entre pasos fronterizos oficiales.

Las reiteradas pero poco específicas referencias de Trump a una ley demócrata parecen aludir a una aprobada en 2008. Fue aprobada por unanimidad en el Congreso y firmada por el presidente republicano George W. Bush. Se centra en liberar y ayudar en otras formas a menores que llegaron a la frontera sin padres o tutores. No pide la separación de familias.

¿Por qué no simplemente resolver el problema de la nueva legislación? Trump afirmó, de forma incorrecta, que “los demócratas tienen el control”. Los republicanos controlan las dos cámaras del Congreso. Él quería decir que su partido no tiene una mayoría lo bastante grande como para imponerse sin apoyo demócrata.

Los demócratas, como muchos republicanos, detestan las separaciones de familias. Se han opuesto con firmeza a la política de tolerancia cero introducida por este gobierno.

Los aliados de Trump en el Congreso han atribuido las separaciones a decisiones judiciales, pero eso también es una evasiva.

Los tribunales han establecido el derecho de los niños inmigrantes a ser liberados de la detención. No establecen ese derecho para los padres, de modo que la discrepancia puede aprovecharse para mantener a los adultos entre rejas y a sus hijos no.

Pero el aumento en la separación de familias deriva de la práctica del gobierno de maximizar los procesos penales y la forma en la que las autoridades aplican esa medida.

En 1997, un acuerdo alcanzado tras una demanda colectiva estableció protocolos para el trato y liberación de niños no acompañados que eran capturados en la frontera.

El acuerdo Flores, que lleva el nombre de una adolescente que presentó el caso en la década de 1980, requiere que el gobierno libere a los niños y a sus padres, parientes adultos u otros cuidadores, en orden de preferencia. Si esas opciones se agotan, las autoridades deben encontrar el arreglo “menos restrictivo” para el menor que llegó sin sus padres. El gobierno quiere que el Congreso apruebe una ley que revoque ese acuerdo.

En 2015, un juez federal de Los Ángeles amplió los términos del acuerdo al determinar que se aplica también a niños capturados con sus padres, además de a los que llegaron solos a Estados Unidos. Otros fallos recientes, respaldados en procesos de apelación, afirman el derecho de los menores a una vista judicial y requieren mejorar las condiciones en los centros de detención a corto plazo de la Patrulla Fronteriza.

En 2016, la Corte de Apelaciones del 9no distrito de Estados Unidos concluyó que los niños migrantes que llegaron a la frontera con sus padres y fueron detenidos deben ser liberados. La decisión no especificó que los padres debieran ser liberados. Tampoco requería que permanecieran detenidos y separados de sus hijos.

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