Washington/dpa
El traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel a Jerusalén permitirá que el proceso de paz en Cercano Oriente avance «sobre la base de realidades y no de fantasías», aseguró hoy un alto funcionario estadounidense.
Además, comentó en un «briefing» a condición de que se mantuviera su identidad en el anonimato, la administración es «bastante optimista» de que la apertura prevista de la embajada el próximo lunes producirá una región más estable «a largo plazo».
Se esperan fuertes protestas en los territorios palestinos contra el traslado de la embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
El presidente estadounidense, Donald Trump, reconoció hace seis meses a Jerusalén, ciudad disputada por palestinos e israelíes, como capital de Israel.
El traslado de la embajada «es del mejor interés para Estados Unidos y algo que el presidente prometió durante su campaña», explicó el alto funcionario.
No realizar la mudanza de la embajada le habría dado a los líderes palestinos un «veto» en las conversaciones de paz y el cambio en la política estadounidense puede «crear una dinámica mejor para la paz», expresó el funcionario. «Desde una perspectiva más amplia creo que ayuda a la estabilidad», añadió.
El alto funcionario rechazó reportes según los cuales otros países declinaron participar en la inauguración de la embajada el lunes 14, señalando que no se enviaron invitaciones, y calificó al evento como una «celebración bilateral» con Israel.
La Casa Blanca anunció esta semana que la delegación de Estados Unidos estará encabezada por el vicesecretario de Estado John Sullivan.
Asimismo estará integrada por el embajador David Friedman, el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, la hija del presidente Ivanka Trump y su esposo Jared Kushner, en su carácter de asesores presidenciales, así como Jason Greenblatt, enviado especial de Trump para la paz en Cercano Oriente.
Inicialmente la nueva embajada tendrá una plantilla de entre 50 y 60 empleados.